jueves, 31 de octubre de 2013

Reciclaje energéticamente eficiente de los residuos de caucho

Fuente: Residuos Profesional
Un nuevo sistema de trituración desarrollado por la empresa alemana Pallmann permite el reciclaje energéticamente eficiente de residuos de caucho vulcanizado, convirtiéndolo en polvo fino para su reutilización directa en el procesamiento de caucho. Una característica clave de la Karakal –que así es como se llama esta nueva tecnología– es su capacidad para desvulcanizar la goma según la pulveriza, por lo que puede ser utilizada en lugar de material virgen.

Karakal es un tipo de molino de doble-rodillo diseñado específicamente para el reciclaje de residuos de la producción de piezas técnicas, así como residuos derivados de recauchutado de neumáticos de camión. Acepta material que ha sido previamente cortado a un tamaño de partícula de 4 mm o menos, y que se suministra de forma continua por una serie de tornillos situados a lo largo del espacio existente entre los rodillos. Pallmann ya ha solicitado varias patentes sobre la tecnología incorporada en este equipo.

“Hay un montón de residuos generados en el sector de procesamiento de caucho, y hemos querido desarrollar un proceso económico que permitiría reciclarlos en el proceso de producción”, dice Rolf Gren, Senior Executive VP de Pallmann Group. “Para esto, se necesita reducir el tamaño del material a un polvo muy fino, con tamaños de partículas de menos de 500 micras y un diámetro promedio de alrededor de 250 micras”.

Grandes cantidades de desechos de caucho de neumáticos usados ya son reutilizados, pero mayormente como relleno en la construcción. Algunos también se carbonizan en negro de carbón, aceites, gas combustible y otros residuos.

En el pasado se ha utilizado la criogenia para producir el polvo a partir de los residuos de caucho, pero esto genera partículas con geometrías cúbicas que, según Gren, no son las más adecuadas para incorporarlas a nuevos compuestos. Más recientemente, se han usado molinos de rodillos convencionales, pero estos crean partículas de alrededor de 800 a 1.000 micrones, demasiado grandes para operaciones de reprocesamiento. Además, este proceso –destacan desde Pallmann–consume una gran cantidad de energía.

“Lo que se busca son partículas más pequeñas, con una superficie áspera”, dice Gren. “Con el Karakal, eso es lo que obtienes, y también consume mucha menos energía”.


Gracias a este sistema, los procesadores de caucho pueden reutilizar el polvo recuperado, agregándolo de nuevo en el mezclador en lugar de caucho virgen

El Karakal se apoya en la fricción para reducir el tamaño de las partículas de caucho. “Lo que estamos obteniendo es la reducción del tamaño por esquileo, no por el corte, y esto produce polvo con superficies rugosas”, añade Gren. El tamaño de las partículas de polvo puede ser controlado con precisión.
Microbordes dentados

La máquina tiene dos rodillos principales con un diámetro de 400 mm y una longitud de 1.000 mm, cada uno cubierto con microdentado. La velocidad del rodillo y la dirección de la rotación son controlados mediante unidades de frecuencia variable. La distancia entre los rodillos puede ajustarse con una precisión de 0,1 mm. Los rodillos son pretensionados por un conjunto de muelles y un cilindro hidráulico.

La temperatura a la que se ejecuta el proceso también es controlable. Según Gren, a las altas temperaturas alcanzables en el proceso de Karakal, se produce desvulcanización. “Esto es fantástico para la industria, porque significa que los procesadores pueden tomar el polvo y agregarlo de nuevo al mezclador original en lugar de caucho virgen”. El aire de proceso se utiliza para enfriar el polvo después de que ha sido molido.

A primera vista, la máquina se asemeja a un molino de rodillo doble ordinario, pero su inspección minuciosa revela los microbordes dentados en las superficies de los rodillos. Estos están segmentados, y las secciones de las superficies pueden ser retiradas, de forma que el propio usuario puede afilar los dientes. De esta forma no tendrá que enviar los rodillos al fabricante para este propósito, lo que hace menos costoso mantener la máquina. También pueden montarse dos rodillos más pequeños adicionales ubicados debajo de cada uno de los dos rodillos principales para limpiarlos.

Si te interesa formarte en Valorización energética de los residuos, la Cátedra ECOEMBES de Medio Ambiente impartirá en marzo un Curso Práctico de Valorización Eenergética e Incineración. Puedes obtener más información escribiendo un email a s.tedde@catedraecoembes.es.

Fuente: Residuos Profesional y UPM

miércoles, 30 de octubre de 2013

Nuevo catalizador para obtener biodiesel a partir de residuos


El sistema utiliza una alternativa al ácido sulfúrico basada en el azúcar, que mejora el proceso de esterificación.


Un equipo de químicos de la Universidad de Wake Forest, en Winston-Salem (Carolina del Norte, EE UU), han desarrollado un compuesto a base de azúcar que hace que sea más barato y sencillo convertir grasas y aceites residuales de baja calidad en biodiésel. La investigación, cuyos resultados se publicarán en una próxima edición de la revista Bioresource Technology, fue financiada por el Centro de Biocombustibles de Carolina del Norte.

“Lo que queremos hacer es sacar la grasa de los residuos y convertirla en energía”, afirma Abdou Lachgar, investigador principal del proyecto. Los aceites residuales de baja calidad se utilizan ya para fabricar biodiésel, una fuente de energía limpia que puede utilizarse como sustituto de los combustibles fósiles. Sin embargo, el proceso es costoso y nocivo para el medio ambiente, explica Lachgar, puesto que estos aceites de baja calidad contienen un alto porcentaje de ácidos grasos libres, que tienen que convertirse en biodiésel por separado a través de un proceso llamado esterificación. La esterificación utiliza el ácido sulfúrico, un líquido altamente corrosivo que erosiona el equipo de producción y daña el medio ambiente. Además, su eliminación es costosa.

El equipo de Lachgar y sus colaboradores de la Universidad Tecnológica de Virginia han desarrollado una alternativa al ácido sulfúrico basada en azúcar para mejorar el proceso de esterificación. Es barato, ambientalmente amigable y fácil de filtrar del biodiésel producido. “A diferencia del ácido sulfúrico, que tiene que ser neutralizado durante un largo período de tiempo, nuestro catalizador es un sólido y se puede separar de forma relativamente fácil”, dice Brian Hanson, uno de los investigadores del proyecto.

Reducir costes

Desde un punto de vista comercial, este nuevo catalizador podría reducir los costes hasta un 15% para una planta de producción de biodiésel en pequeña escala, según un estudio de factibilidad realizado por el Wake Forest University Schools of Business. Mientras, se debe continuar con la investigación para probar la viabilidad del catalizador en una escala más grande, fuera del laboratorio.

“En el corto plazo, esto puede tener mucho sentido comercial en los países en desarrollo o en islas”, dice Dan Fogel, profesor de estrategia en la escuela de de negocios de la Wake Forest. “En este tipo de lugares, los costes de energía pueden alcanzar los 50 centavos por kilovatio hora. Aquí en Winston-Salem se paga alrededor de 11 o 12 centavos de dólar por kilovatio hora”. Según explica este experto, si existen instalaciones de biodiésel en archipiélagos –las Bahamas, por ejemplo–, podrían ser adaptadas para utilizar este catalizador, y producir biodiésel a un precio menor que el actual diésel derivado del petróleo.

“Hay muchas oportunidades de utilizar este catalizador para crear combustibles menos costosos y convertir los residuos municipales en electricidad”, concluye Fogel.

Fuente: Residuos Profesional

martes, 29 de octubre de 2013

Valorización de residuos para fabricar hormigón

Fuente: Universidad de Alicante
Investigadores de la Universidad de Alicante ha desarrollado un nuevo procedimiento para fabricar hormigón con el que se consigue una mayor resistencia. Se trata de nuevo mortero con base cemento Portland con adición de cenizas obtenidas a partir de residuos de Posidonia Oceánica.

Esta novedosa mezcla, desarrollada y patentada por el Grupo de Investigación de Tecnología de Materiales y Territorio, permite mejorar propiedades mecánicas, como el aumento de las resistencias iniciales, y resuelve un problema ambiental valorizando los residuos de posidonia oceánica.

“Actualmente, las adiciones en forma de cenizas utilizadas son las cenizas volantes, las características de cada ceniza volante en particular, afectan a las resistencias del mortero u hormigón a una determinada edad y a la evolución de las mismas, produciendo un retardo en las resistencias iniciales, aunque si se mantiene el mortero u hormigón en estado húmedo, su actividad puzolánica contribuye a aumentar su resistencia a edades posteriores, ofreciendo incluso más resistencia que el mortero u hormigón sin cenizas volantes”, explica el profesor José Miguel Saval Pérez, perteneciente al Departamento de Ingeniería de la Construcción, Obras Públicas e Infraestructura Urbana de la Universidad de Alicante.

“En el caso del empleo de las cenizas procedentes de la calcinación de residuos de Posidonia oceánica, se produce el efecto totalmente contrario, consiguiendo un aumento de las resistencias iniciales de los morteros adicionados”, añade José Miguel Saval.

El grupo ha diseñado este nuevo mortero y ha trabajado con él de modo que se ha caracterizado, entre otros aspectos, su fluorescencia, su comportamiento y resistencias a compresión para distintas proporciones de posidonia en el mortero.

Si te interesa formarte en valorización de residuos, la Cátedra ECOEMBES de la UPM imparte un Curso Práctico de Valorización Energética e Incineración en marzo. Puedes obtener más información enviando un email a s.tedde@catedraecoembes.es.

Fuente: Universidad de Alicante y UPM

lunes, 28 de octubre de 2013

Jane Goodall y Roger Payne filman un documental sobre el medio ambiente


Imagen de EFE Verde
La primatóloga inglesa Jane Goodall y el estadounidense Roger Payne, especialista en ballenas, filmarán en Argentina un documental para alertar sobre los problemas del medio ambiente.

“Hacemos este documental para intercambiar nuestros conocimientos sobre muchos años de investigación en chimpancés y ballenas, y vamos a advertir sobre los principales problemas que nos preocupan”, dijo Goodall al diario Clarín.

Goodall y Payne viajarán mañana a la Patagonia argentina para continuar la grabación que comenzó este fin de semana en Buenos Aires.

En declaraciones a Clarín, la primatóloga sostuvo que “la sobrepesca, la contaminación de los mares y la deforestación de los bosques son los verdaderos problemas que debemos afrontar porque están relacionados con el cambio climático”.

En el mismo diario, Payne denunció la contaminación de los mares y calificó los niveles tóxicos de las aguas, con plomo, mercurio y cromo, como “alarmantes”.

Según el científico, el aumento excesivo de la población humana, la escasez de recursos para alimentar a tantas personas, el consumismo y la contaminación son los principales problemas que comprometen al medio ambiente.

Goodall y Payne no sólo señalaron los principales problemas sino que explicaron cuales serían las medidas a tomar para combatirlos.

“Para el exceso de población, habría que promover más la educación sexual. Para evitar el consumismo, hay que comprar sólo lo necesario y a productores locales. Para frenar la contaminación, hay que controlar más a los emisores de sustancias que contaminan y alentar el desarrollo de la química verde”, afirmaron.

Jane Goodall, de 79 años, es una naturalista, activista y primatóloga inglesa que ha dedicado su vida al estudio del comportamiento de los chimpancés en África y a educar y promover estilos de vida más sostenibles en todo el planeta.

Roger Payne es biólogo y pasó muchos años investigando a las ballenas francas australes.

El documental será dirigido por el actor y director de cine argentino Boy Olmi.

El próximo 6 de noviembre se celebrará el Seminario gratuito "Electrodomésticos: Yo también soy un residuo", al que acudirán como ponentes Marisa Mariñan (Instituto Jane Goodall) y acompañantes, para presentar la campaña "MOVILízate por la Selva". Para inscribirse es necesario enviar un email a Aida Fernando, Coordinadora del evento (a.fernando@catedraecoembes.es) para reservar plaza. El aforo está prácticamente lleno, por lo que es imprescindible reservar. En el email hay que indicar el nombre y apellidos de todas las personas que deseen asistir.

Fuente: EFE Verde y UPM

La primatóloga inglesa Jane Goodall y el estadounidense Roger Payne, especialista en ballenas, filmarán en Argentina un documental para alertar sobre los problemas del medio ambiente, informaron hoy medios locales. - See more at: http://www.efeverde.com/blog/noticias/los-cientificos-jane-goodall-y-roger-payne-filman-un-documental-en-argentina/#sthash.R5PDWfTn.dpuf
La primatóloga inglesa Jane Goodall y el estadounidense Roger Payne, especialista en ballenas, filmarán en Argentina un documental para alertar sobre los problemas del medio ambiente, informaron hoy medios locales. - See more at: http://www.efeverde.com/blog/noticias/los-cientificos-jane-goodall-y-roger-payne-filman-un-documental-en-argentina/#sthash.R5PDWfTn.dpuf

sábado, 26 de octubre de 2013

Seminario de empleo verde y residuos. La perspectiva internacional

El próximo 29 de octubre tendrá lugar el Seminario de Empleo Verde y residuos: experiencias nacionales e internacionales en el sector. Se celebra en el Aula de Seminarios de forma gratuita, de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes de Madrid, Universidad Politécnica de Madrid.

Son muchas las jornadas y sobre empleo verde que se han ido celebrando en los últimos años, pero ciertamente ver la perspectiva internacional es ahora muy interesante, por cuanto no deja de ser una clara oportunidad laboral para los técnicos ambientales.

Las ponencias del seminario se abordan una panorámica compleja desde el punto de vista exterior, dado que los conceptos sobre lo "verde" difieren relativamente de los que venimos tratando en nuestro ámbito geográfico.

Belén Vazquez de Quevedo, coordinadora del Máster en Gestión Sostenible de los Residuos y responsable de relaciones institucionales de la Cátedra Ecoembes de Medio Ambiente de la UPM, relacionará los conceptos del trabajo decente con las bajas emisiones de carbono en un mundo globalizado y más sostenible. Se debe relacionar los objetivos del milenio en cuanto a la perspectiva laboral en paises desarrollados y en vías de desarrollo con una economía baja en carbono, como elemento o principio de gestión de estas actividades.

Igor González Pérez, Director de Medio Ambiente y del Area de Residuos de Eurocontrol, hará una comparativa entre la gestión de los proyectos nacionales e internacionales desde el punto de vista de la gestión de los residuos y de la economía verde.

Antonio Barba, Director Técnico de DGM para países Latinoamericanos, hablará del empleo verde y residuos desde las experiencias llevadas a cabo en Argentina, Colombia y Mexico y de las oportunidades de trabajo en este ámbito, así como la formación básica exigida para un buen  desempeño de estos trabajos, tanto en el ámbito de los residuos urbanos, como industriales.

Antonio Rodriguez Mendiola, Director de Waste to Biofuels Europa, de Abengoa, abordará el tema de valorización de residuos y obtención de biocombustibles con el empleo, comparando la situación nacional con los proyectos internacionales en curso y de futuro. Toda una oportunidad.

Luis de Frutos, Director de selección y formación de Urbaser, nos dará una visión de lo que se pide a los futuros técnicos en cuanto a conocimientos complementarios y perfiles para salidas al extranjero

El seminario se presenta como clarificador y como fuente de información primordial para el planteamiento de estrategias individuales cara al desempeño de empleos verdes, en particular, en el sector de residuos.

La dirección de la jornada corresponde a Belén Vazquez de Quevedo Algora, es gratuita, pero se requiere confirmación pro la limitación de aforo en el correo: catedra.ecoembes@upm.es.

Más información en: 


viernes, 25 de octubre de 2013

Teléfonos móviles: Yo también soy un residuo

En España hay alrededor de 53 millones de teléfonos móviles activos y, cada año, más de 20 millones dejan de utilizarse. Desde hace muchos años se lleva a cabo la llamada producción inversa, es decir, la extracción de materiales útiles a partir de los desechos electrónicos. De esta forma, materiales como el plomo, el cobre, el aluminio y el oro, así como varios tipos de plásticos, cristal y cables, son recuperados de los móviles y reciclados para futuros productos.

Teniendo en cuenta el valor que han alcanzado los metales, es fácil entender la proliferación de proyectos para la recuperación de teléfonos en desuso. Una gran cantidad de lo que se denomina residuos-e en realidad no lo son en absoluto, más bien se trata equipos electrónicos, o partes de los mismos, que pueden volver a introducirse en el mercado para su reutilización o pueden reciclarse para recuperar materiales.

Tragamóvil, la fundación de la plataforma medioambiental Recyclia para el reciclaje de móviles, retiró en España en 2012 un total de 462 toneladas de teléfonos viejos. Con esta cifra superó en un 109% el objetivo marcado por el Real Decreto 208/2005 sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión correcta de sus residuos, que obliga a recuperar el 75% del peso de cada tipo de aparato. Desde su entrada en funcionamiento en 2001, Tragamóvil ha recogido y gestionado más de 4.000 toneladas de residuos procedentes de móviles. En lo que va de año, se han recogido 317 toneladas.

Telefónica parte del concepto que “el mejor residuo es el que no se produce”. Los clientes depositan sus teléfonos móviles antiguos y obtienen un beneficio económico para la compra de un nuevo dispositivo. La compañía también ofrece el reciclaje de aquellos móviles que no pueden reutilizarse. En 2012 recogió 216 toneladas de móviles en desuso: 147 toneladas de teléfonos de clientes para su reutilización y 69 para su reciclaje.

Proyectos solidarios 

Por su parte, Orange España también se ha comprometido con la recogida y reciclaje de móviles. El objetivo en toda Europa es que en 2020 sea capaz de recolectar un volumen de equipos usados equivalentes al 50% de todos los terminales que comercializará ese año. Desde 2010 y hasta finales del primer semestre de 2013 ha retirado más de un millón de terminales usados.

La operadora gala reunió, sólo en 2012, más de 460.000 unidades, el 10% de los que vende actualmente. Para fomentar la retirada de móviles antiguos, la operadora puso en marcha el programa Estrena y Recicla con el que aplica descuentos para compra de nuevos dispositivos a aquellos clientes que entreguen terminales de cualquier operador. Ha situado contenedores de recogida en todos sus puntos de venta. Este espíritu solidario es también la inspiración del segundo programa que tiene en marcha Orange: el proyecto Construye su futuro.

Esta iniciativa, que se lanzó el pasado año junto a Unicef, tiene como ambicioso objetivo que 220.000 niños en riesgo de exclusión reciban educación. El proyecto incentiva la donación de terminales viejos y destina 2 euros por cada móvil.

Vodafone España también se ha comprometido con el medio ambiente recogiendo más de 275.000 teléfonos durante el ejercicio 2012-2013 y participa en el programa Re-estrena en colaboración con el WWF. Además ha implantado un Sistema de Calificación Ecológica que permite conocer el impacto social y ambiental de teléfonos móviles y smartphones de su catálogo.

De los terminales se aprovecha todo 

Hasta el 90% de los componentes de un teléfono móvil son reciclables. Según datos de la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU por cada millón de teléfonos móviles reciclados, que pesan unas 70 toneladas, se pueden recuperar 16 toneladas de cobre, 350 kilos de plata, 34 kilos de oro y 15 kilos de paladio.

En un móvil hay dos componentes principales: los circuitos impresos y las baterías. Existen varios procesos, más o menos mecanizados, para la separación de los diferentes componentes. Cada una de las partes se envia a tratamientos adecuados. Por ejemplo, los circuitos impresos son enviados a plantas especializadas en el norte de Europa, donde los metales preciosos son extraídos y reciclados.

Otro método que está creciendo consiste en meter los móviles en hornos de fundición especiales (previa retirada de sus baterías) para recuperar los metales que contienen. De un teléfono móvil se obtienen un 58% de plásticos, un 25% de metales y un 17% de vidrio y fibra de vidrio. Si se reutilizaran los móviles recogidos, por cada 500.000 dispositivos se dejarían de emitir unas 50.000 toneladas de CO2a la atmósfera.

Seminario "Electrodomésticos: Yo también soy un residuo"

El próximo 6 de noviembre se celebra el Seminario gratuito: "Electrodomésticos: Yo también soy un residuo", organizado por la Cátedra ECOEMBES de Medio Ambiente en colaboración con el Instituto Jane Goodall. Para asistir al evento es necesario enviar un email a Aida Fernando (a.fernando@catedraecoembes.es), indicando el nombre y apellido de los asistentes para reservar asiento. El aforo es limitado y ya está prácticamente completo. Puedes consultar el programa pinchando aquí.

Fuente: Expansión y UPM
En España hay alrededor de 53 millones de teléfonos móviles activos y, cada año, más de 20 millones dejan de utilizarse. Desde hace muchos años se lleva a cabo la llamada producción inversa, es decir, la extracción de materiales útiles a partir de los desechos electrónicos. De esta forma, materiales como el plomo, el cobre, el aluminio y el oro, así como varios tipos de plásticos, cristal y cables, son recuperados de los móviles y reciclados para futuros productos. Teniendo en cuenta el valor que han alcanzado los metales, es fácil entender la proliferación de proyectos para la recuperación de teléfonos en desuso. Una gran cantidad de lo que se denomina residuos-e en realidad no lo son en absoluto, más bien se trata equipos electrónicos, o partes de los mismos, que pueden volver a introducirse en el mercado para su reutilización o pueden reciclarse para recuperar materiales. Tragamóvil, la fundación de la plataforma medioambiental Recyclia para el reciclaje de móviles, retiró en España en 2012 un total de 462 toneladas de teléfonos viejos. Con esta cifra superó en un 109% el objetivo marcado por el Real Decreto 208/2005 sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión correcta de sus residuos, que obliga a recuperar el 75% del peso de cada tipo de aparato. Desde su entrada en funcionamiento en 2001, Tragamóvil ha recogido y gestionado más de 4.000 toneladas de residuos procedentes de móviles. En lo que va de año, se han recogido 317 toneladas. Telefónica parte del concepto que “el mejor residuo es el que no se produce”. Los clientes depositan sus teléfonos móviles antiguos y obtienen un beneficio económico para la compra de un nuevo dispositivo. La compañía también ofrece el reciclaje de aquellos móviles que no pueden reutilizarse. En 2012 recogió 216 toneladas de móviles en desuso: 147 toneladas de teléfonos de clientes para su reutilización y 69 para su reciclaje. Proyectos solidarios Por su parte, Orange España también se ha comprometido con la recogida y reciclaje de móviles. El objetivo en toda Europa es que en 2020 sea capaz de recolectar un volumen de equipos usados equivalentes al 50% de todos los terminales que comercializará ese año. Desde 2010 y hasta finales del primer semestre de 2013 ha retirado más de un millón de terminales usados. La operadora gala reunió, sólo en 2012, más de 460.000 unidades, el 10% de los que vende actualmente. Para fomentar la retirada de móviles antiguos, la operadora puso en marcha el programa Estrena y Recicla con el que aplica descuentos para compra de nuevos dispositivos a aquellos clientes que entreguen terminales de cualquier operador. Ha situado contenedores de recogida en todos sus puntos de venta. Este espíritu solidario es también la inspiración del segundo programa que tiene en marcha Orange: el proyecto Construye su futuro. Esta iniciativa, que se lanzó el pasado año junto a Unicef, tiene como ambicioso objetivo que 220.000 niños en riesgo de exclusión reciban educación. El proyecto incentiva la donación de terminales viejos y destina 2 euros por cada móvil. Vodafone España también se ha comprometido con el medio ambiente recogiendo más de 275.000 teléfonos durante el ejercicio 2012-2013 y participa en el programa Re-estrena en colaboración con el WWF. Además ha implantado un Sistema de Calificación Ecológica que permite conocer el impacto social y ambiental de teléfonos móviles y smartphones de su catálogo. De los terminales se aprovecha todo Hasta el 90% de los componentes de un teléfono móvil son reciclables. Según datos de la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU por cada millón de teléfonos móviles reciclados, que pesan unas 70 toneladas, se pueden recuperar 16 toneladas de cobre, 350 kilos de plata, 34 kilos de oro y 15 kilos de paladio. En un móvil hay dos componentes principales: los circuitos impresos y las baterías. Existen varios procesos, más o menos mecanizados, para la separación de los diferentes componentes. Cada una de las partes se envia a tratamientos adecuados. Por ejemplo, los circuitos impresos son enviados a plantas especializadas en el norte de Europa, donde los metales preciosos son extraídos y reciclados. Otro método que está creciendo consiste en meter los móviles en hornos de fundición especiales (previa retirada de sus baterías) para recuperar los metales que contienen. De un teléfono móvil se obtienen un 58% de plásticos, un 25% de metales y un 17% de vidrio y fibra de vidrio. Si se reutilizaran los móviles recogidos, por cada 500.000 dispositivos se dejarían de emitir unas 50.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

La ‘mina de oro’ de los móviles viejos,Digitech. Expansión.com
En España hay alrededor de 53 millones de teléfonos móviles activos y, cada año, más de 20 millones dejan de utilizarse. Desde hace muchos años se lleva a cabo la llamada producción inversa, es decir, la extracción de materiales útiles a partir de los desechos electrónicos. De esta forma, materiales como el plomo, el cobre, el aluminio y el oro, así como varios tipos de plásticos, cristal y cables, son recuperados de los móviles y reciclados para futuros productos. Teniendo en cuenta el valor que han alcanzado los metales, es fácil entender la proliferación de proyectos para la recuperación de teléfonos en desuso. Una gran cantidad de lo que se denomina residuos-e en realidad no lo son en absoluto, más bien se trata equipos electrónicos, o partes de los mismos, que pueden volver a introducirse en el mercado para su reutilización o pueden reciclarse para recuperar materiales. Tragamóvil, la fundación de la plataforma medioambiental Recyclia para el reciclaje de móviles, retiró en España en 2012 un total de 462 toneladas de teléfonos viejos. Con esta cifra superó en un 109% el objetivo marcado por el Real Decreto 208/2005 sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión correcta de sus residuos, que obliga a recuperar el 75% del peso de cada tipo de aparato. Desde su entrada en funcionamiento en 2001, Tragamóvil ha recogido y gestionado más de 4.000 toneladas de residuos procedentes de móviles. En lo que va de año, se han recogido 317 toneladas. Telefónica parte del concepto que “el mejor residuo es el que no se produce”. Los clientes depositan sus teléfonos móviles antiguos y obtienen un beneficio económico para la compra de un nuevo dispositivo. La compañía también ofrece el reciclaje de aquellos móviles que no pueden reutilizarse. En 2012 recogió 216 toneladas de móviles en desuso: 147 toneladas de teléfonos de clientes para su reutilización y 69 para su reciclaje. Proyectos solidarios Por su parte, Orange España también se ha comprometido con la recogida y reciclaje de móviles. El objetivo en toda Europa es que en 2020 sea capaz de recolectar un volumen de equipos usados equivalentes al 50% de todos los terminales que comercializará ese año. Desde 2010 y hasta finales del primer semestre de 2013 ha retirado más de un millón de terminales usados. La operadora gala reunió, sólo en 2012, más de 460.000 unidades, el 10% de los que vende actualmente. Para fomentar la retirada de móviles antiguos, la operadora puso en marcha el programa Estrena y Recicla con el que aplica descuentos para compra de nuevos dispositivos a aquellos clientes que entreguen terminales de cualquier operador. Ha situado contenedores de recogida en todos sus puntos de venta. Este espíritu solidario es también la inspiración del segundo programa que tiene en marcha Orange: el proyecto Construye su futuro. Esta iniciativa, que se lanzó el pasado año junto a Unicef, tiene como ambicioso objetivo que 220.000 niños en riesgo de exclusión reciban educación. El proyecto incentiva la donación de terminales viejos y destina 2 euros por cada móvil. Vodafone España también se ha comprometido con el medio ambiente recogiendo más de 275.000 teléfonos durante el ejercicio 2012-2013 y participa en el programa Re-estrena en colaboración con el WWF. Además ha implantado un Sistema de Calificación Ecológica que permite conocer el impacto social y ambiental de teléfonos móviles y smartphones de su catálogo. De los terminales se aprovecha todo Hasta el 90% de los componentes de un teléfono móvil son reciclables. Según datos de la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU por cada millón de teléfonos móviles reciclados, que pesan unas 70 toneladas, se pueden recuperar 16 toneladas de cobre, 350 kilos de plata, 34 kilos de oro y 15 kilos de paladio. En un móvil hay dos componentes principales: los circuitos impresos y las baterías. Existen varios procesos, más o menos mecanizados, para la separación de los diferentes componentes. Cada una de las partes se envia a tratamientos adecuados. Por ejemplo, los circuitos impresos son enviados a plantas especializadas en el norte de Europa, donde los metales preciosos son extraídos y reciclados. Otro método que está creciendo consiste en meter los móviles en hornos de fundición especiales (previa retirada de sus baterías) para recuperar los metales que contienen. De un teléfono móvil se obtienen un 58% de plásticos, un 25% de metales y un 17% de vidrio y fibra de vidrio. Si se reutilizaran los móviles recogidos, por cada 500.000 dispositivos se dejarían de emitir unas 50.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

La ‘mina de oro’ de los móviles viejos,Digitech. Expansión.com
En España hay alrededor de 53 millones de teléfonos móviles activos y, cada año, más de 20 millones dejan de utilizarse. Desde hace muchos años se lleva a cabo la llamada producción inversa, es decir, la extracción de materiales útiles a partir de los desechos electrónicos. De esta forma, materiales como el plomo, el cobre, el aluminio y el oro, así como varios tipos de plásticos, cristal y cables, son recuperados de los móviles y reciclados para futuros productos. Teniendo en cuenta el valor que han alcanzado los metales, es fácil entender la proliferación de proyectos para la recuperación de teléfonos en desuso. Una gran cantidad de lo que se denomina residuos-e en realidad no lo son en absoluto, más bien se trata equipos electrónicos, o partes de los mismos, que pueden volver a introducirse en el mercado para su reutilización o pueden reciclarse para recuperar materiales. Tragamóvil, la fundación de la plataforma medioambiental Recyclia para el reciclaje de móviles, retiró en España en 2012 un total de 462 toneladas de teléfonos viejos. Con esta cifra superó en un 109% el objetivo marcado por el Real Decreto 208/2005 sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión correcta de sus residuos, que obliga a recuperar el 75% del peso de cada tipo de aparato. Desde su entrada en funcionamiento en 2001, Tragamóvil ha recogido y gestionado más de 4.000 toneladas de residuos procedentes de móviles. En lo que va de año, se han recogido 317 toneladas. Telefónica parte del concepto que “el mejor residuo es el que no se produce”. Los clientes depositan sus teléfonos móviles antiguos y obtienen un beneficio económico para la compra de un nuevo dispositivo. La compañía también ofrece el reciclaje de aquellos móviles que no pueden reutilizarse. En 2012 recogió 216 toneladas de móviles en desuso: 147 toneladas de teléfonos de clientes para su reutilización y 69 para su reciclaje. Proyectos solidarios Por su parte, Orange España también se ha comprometido con la recogida y reciclaje de móviles. El objetivo en toda Europa es que en 2020 sea capaz de recolectar un volumen de equipos usados equivalentes al 50% de todos los terminales que comercializará ese año. Desde 2010 y hasta finales del primer semestre de 2013 ha retirado más de un millón de terminales usados. La operadora gala reunió, sólo en 2012, más de 460.000 unidades, el 10% de los que vende actualmente. Para fomentar la retirada de móviles antiguos, la operadora puso en marcha el programa Estrena y Recicla con el que aplica descuentos para compra de nuevos dispositivos a aquellos clientes que entreguen terminales de cualquier operador. Ha situado contenedores de recogida en todos sus puntos de venta. Este espíritu solidario es también la inspiración del segundo programa que tiene en marcha Orange: el proyecto Construye su futuro. Esta iniciativa, que se lanzó el pasado año junto a Unicef, tiene como ambicioso objetivo que 220.000 niños en riesgo de exclusión reciban educación. El proyecto incentiva la donación de terminales viejos y destina 2 euros por cada móvil. Vodafone España también se ha comprometido con el medio ambiente recogiendo más de 275.000 teléfonos durante el ejercicio 2012-2013 y participa en el programa Re-estrena en colaboración con el WWF. Además ha implantado un Sistema de Calificación Ecológica que permite conocer el impacto social y ambiental de teléfonos móviles y smartphones de su catálogo. De los terminales se aprovecha todo Hasta el 90% de los componentes de un teléfono móvil son reciclables. Según datos de la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU por cada millón de teléfonos móviles reciclados, que pesan unas 70 toneladas, se pueden recuperar 16 toneladas de cobre, 350 kilos de plata, 34 kilos de oro y 15 kilos de paladio. En un móvil hay dos componentes principales: los circuitos impresos y las baterías. Existen varios procesos, más o menos mecanizados, para la separación de los diferentes componentes. Cada una de las partes se envia a tratamientos adecuados. Por ejemplo, los circuitos impresos son enviados a plantas especializadas en el norte de Europa, donde los metales preciosos son extraídos y reciclados. Otro método que está creciendo consiste en meter los móviles en hornos de fundición especiales (previa retirada de sus baterías) para recuperar los metales que contienen. De un teléfono móvil se obtienen un 58% de plásticos, un 25% de metales y un 17% de vidrio y fibra de vidrio. Si se reutilizaran los móviles recogidos, por cada 500.000 dispositivos se dejarían de emitir unas 50.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

La ‘mina de oro’ de los móviles viejos,Digitech. Expansión.com
En España hay alrededor de 53 millones de teléfonos móviles activos y, cada año, más de 20 millones dejan de utilizarse. Desde hace muchos años se lleva a cabo la llamada producción inversa, es decir, la extracción de materiales útiles a partir de los desechos electrónicos. De esta forma, materiales como el plomo, el cobre, el aluminio y el oro, así como varios tipos de plásticos, cristal y cables, son recuperados de los móviles y reciclados para futuros productos. Teniendo en cuenta el valor que han alcanzado los metales, es fácil entender la proliferación de proyectos para la recuperación de teléfonos en desuso. Una gran cantidad de lo que se denomina residuos-e en realidad no lo son en absoluto, más bien se trata equipos electrónicos, o partes de los mismos, que pueden volver a introducirse en el mercado para su reutilización o pueden reciclarse para recuperar materiales. Tragamóvil, la fundación de la plataforma medioambiental Recyclia para el reciclaje de móviles, retiró en España en 2012 un total de 462 toneladas de teléfonos viejos. Con esta cifra superó en un 109% el objetivo marcado por el Real Decreto 208/2005 sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión correcta de sus residuos, que obliga a recuperar el 75% del peso de cada tipo de aparato. Desde su entrada en funcionamiento en 2001, Tragamóvil ha recogido y gestionado más de 4.000 toneladas de residuos procedentes de móviles. En lo que va de año, se han recogido 317 toneladas. Telefónica parte del concepto que “el mejor residuo es el que no se produce”. Los clientes depositan sus teléfonos móviles antiguos y obtienen un beneficio económico para la compra de un nuevo dispositivo. La compañía también ofrece el reciclaje de aquellos móviles que no pueden reutilizarse. En 2012 recogió 216 toneladas de móviles en desuso: 147 toneladas de teléfonos de clientes para su reutilización y 69 para su reciclaje. Proyectos solidarios Por su parte, Orange España también se ha comprometido con la recogida y reciclaje de móviles. El objetivo en toda Europa es que en 2020 sea capaz de recolectar un volumen de equipos usados equivalentes al 50% de todos los terminales que comercializará ese año. Desde 2010 y hasta finales del primer semestre de 2013 ha retirado más de un millón de terminales usados. La operadora gala reunió, sólo en 2012, más de 460.000 unidades, el 10% de los que vende actualmente. Para fomentar la retirada de móviles antiguos, la operadora puso en marcha el programa Estrena y Recicla con el que aplica descuentos para compra de nuevos dispositivos a aquellos clientes que entreguen terminales de cualquier operador. Ha situado contenedores de recogida en todos sus puntos de venta. Este espíritu solidario es también la inspiración del segundo programa que tiene en marcha Orange: el proyecto Construye su futuro. Esta iniciativa, que se lanzó el pasado año junto a Unicef, tiene como ambicioso objetivo que 220.000 niños en riesgo de exclusión reciban educación. El proyecto incentiva la donación de terminales viejos y destina 2 euros por cada móvil. Vodafone España también se ha comprometido con el medio ambiente recogiendo más de 275.000 teléfonos durante el ejercicio 2012-2013 y participa en el programa Re-estrena en colaboración con el WWF. Además ha implantado un Sistema de Calificación Ecológica que permite conocer el impacto social y ambiental de teléfonos móviles y smartphones de su catálogo. De los terminales se aprovecha todo Hasta el 90% de los componentes de un teléfono móvil son reciclables. Según datos de la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU por cada millón de teléfonos móviles reciclados, que pesan unas 70 toneladas, se pueden recuperar 16 toneladas de cobre, 350 kilos de plata, 34 kilos de oro y 15 kilos de paladio. En un móvil hay dos componentes principales: los circuitos impresos y las baterías. Existen varios procesos, más o menos mecanizados, para la separación de los diferentes componentes. Cada una de las partes se envia a tratamientos adecuados. Por ejemplo, los circuitos impresos son enviados a plantas especializadas en el norte de Europa, donde los metales preciosos son extraídos y reciclados. Otro método que está creciendo consiste en meter los móviles en hornos de fundición especiales (previa retirada de sus baterías) para recuperar los metales que contienen. De un teléfono móvil se obtienen un 58% de plásticos, un 25% de metales y un 17% de vidrio y fibra de vidrio. Si se reutilizaran los móviles recogidos, por cada 500.000 dispositivos se dejarían de emitir unas 50.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

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En España hay alrededor de 53 millones de teléfonos móviles activos y, cada año, más de 20 millones dejan de utilizarse. Desde hace muchos años se lleva a cabo la llamada producción inversa, es decir, la extracción de materiales útiles a partir de los desechos electrónicos. De esta forma, materiales como el plomo, el cobre, el aluminio y el oro, así como varios tipos de plásticos, cristal y cables, son recuperados de los móviles y reciclados para futuros productos. Teniendo en cuenta el valor que han alcanzado los metales, es fácil entender la proliferación de proyectos para la recuperación de teléfonos en desuso. Una gran cantidad de lo que se denomina residuos-e en realidad no lo son en absoluto, más bien se trata equipos electrónicos, o partes de los mismos, que pueden volver a introducirse en el mercado para su reutilización o pueden reciclarse para recuperar materiales. Tragamóvil, la fundación de la plataforma medioambiental Recyclia para el reciclaje de móviles, retiró en España en 2012 un total de 462 toneladas de teléfonos viejos. Con esta cifra superó en un 109% el objetivo marcado por el Real Decreto 208/2005 sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión correcta de sus residuos, que obliga a recuperar el 75% del peso de cada tipo de aparato. Desde su entrada en funcionamiento en 2001, Tragamóvil ha recogido y gestionado más de 4.000 toneladas de residuos procedentes de móviles. En lo que va de año, se han recogido 317 toneladas. Telefónica parte del concepto que “el mejor residuo es el que no se produce”. Los clientes depositan sus teléfonos móviles antiguos y obtienen un beneficio económico para la compra de un nuevo dispositivo. La compañía también ofrece el reciclaje de aquellos móviles que no pueden reutilizarse. En 2012 recogió 216 toneladas de móviles en desuso: 147 toneladas de teléfonos de clientes para su reutilización y 69 para su reciclaje. Proyectos solidarios Por su parte, Orange España también se ha comprometido con la recogida y reciclaje de móviles. El objetivo en toda Europa es que en 2020 sea capaz de recolectar un volumen de equipos usados equivalentes al 50% de todos los terminales que comercializará ese año. Desde 2010 y hasta finales del primer semestre de 2013 ha retirado más de un millón de terminales usados. La operadora gala reunió, sólo en 2012, más de 460.000 unidades, el 10% de los que vende actualmente. Para fomentar la retirada de móviles antiguos, la operadora puso en marcha el programa Estrena y Recicla con el que aplica descuentos para compra de nuevos dispositivos a aquellos clientes que entreguen terminales de cualquier operador. Ha situado contenedores de recogida en todos sus puntos de venta. Este espíritu solidario es también la inspiración del segundo programa que tiene en marcha Orange: el proyecto Construye su futuro. Esta iniciativa, que se lanzó el pasado año junto a Unicef, tiene como ambicioso objetivo que 220.000 niños en riesgo de exclusión reciban educación. El proyecto incentiva la donación de terminales viejos y destina 2 euros por cada móvil. Vodafone España también se ha comprometido con el medio ambiente recogiendo más de 275.000 teléfonos durante el ejercicio 2012-2013 y participa en el programa Re-estrena en colaboración con el WWF. Además ha implantado un Sistema de Calificación Ecológica que permite conocer el impacto social y ambiental de teléfonos móviles y smartphones de su catálogo. De los terminales se aprovecha todo Hasta el 90% de los componentes de un teléfono móvil son reciclables. Según datos de la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU por cada millón de teléfonos móviles reciclados, que pesan unas 70 toneladas, se pueden recuperar 16 toneladas de cobre, 350 kilos de plata, 34 kilos de oro y 15 kilos de paladio. En un móvil hay dos componentes principales: los circuitos impresos y las baterías. Existen varios procesos, más o menos mecanizados, para la separación de los diferentes componentes. Cada una de las partes se envia a tratamientos adecuados. Por ejemplo, los circuitos impresos son enviados a plantas especializadas en el norte de Europa, donde los metales preciosos son extraídos y reciclados. Otro método que está creciendo consiste en meter los móviles en hornos de fundición especiales (previa retirada de sus baterías) para recuperar los metales que contienen. De un teléfono móvil se obtienen un 58% de plásticos, un 25% de metales y un 17% de vidrio y fibra de vidrio. Si se reutilizaran los móviles recogidos, por cada 500.000 dispositivos se dejarían de emitir unas 50.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

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En España hay alrededor de 53 millones de teléfonos móviles activos y, cada año, más de 20 millones dejan de utilizarse. Desde hace muchos años se lleva a cabo la llamada producción inversa, es decir, la extracción de materiales útiles a partir de los desechos electrónicos. De esta forma, materiales como el plomo, el cobre, el aluminio y el oro, así como varios tipos de plásticos, cristal y cables, son recuperados de los móviles y reciclados para futuros productos. Teniendo en cuenta el valor que han alcanzado los metales, es fácil entender la proliferación de proyectos para la recuperación de teléfonos en desuso. Una gran cantidad de lo que se denomina residuos-e en realidad no lo son en absoluto, más bien se trata equipos electrónicos, o partes de los mismos, que pueden volver a introducirse en el mercado para su reutilización o pueden reciclarse para recuperar materiales. Tragamóvil, la fundación de la plataforma medioambiental Recyclia para el reciclaje de móviles, retiró en España en 2012 un total de 462 toneladas de teléfonos viejos. Con esta cifra superó en un 109% el objetivo marcado por el Real Decreto 208/2005 sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión correcta de sus residuos, que obliga a recuperar el 75% del peso de cada tipo de aparato. Desde su entrada en funcionamiento en 2001, Tragamóvil ha recogido y gestionado más de 4.000 toneladas de residuos procedentes de móviles. En lo que va de año, se han recogido 317 toneladas. Telefónica parte del concepto que “el mejor residuo es el que no se produce”. Los clientes depositan sus teléfonos móviles antiguos y obtienen un beneficio económico para la compra de un nuevo dispositivo. La compañía también ofrece el reciclaje de aquellos móviles que no pueden reutilizarse. En 2012 recogió 216 toneladas de móviles en desuso: 147 toneladas de teléfonos de clientes para su reutilización y 69 para su reciclaje. Proyectos solidarios Por su parte, Orange España también se ha comprometido con la recogida y reciclaje de móviles. El objetivo en toda Europa es que en 2020 sea capaz de recolectar un volumen de equipos usados equivalentes al 50% de todos los terminales que comercializará ese año. Desde 2010 y hasta finales del primer semestre de 2013 ha retirado más de un millón de terminales usados. La operadora gala reunió, sólo en 2012, más de 460.000 unidades, el 10% de los que vende actualmente. Para fomentar la retirada de móviles antiguos, la operadora puso en marcha el programa Estrena y Recicla con el que aplica descuentos para compra de nuevos dispositivos a aquellos clientes que entreguen terminales de cualquier operador. Ha situado contenedores de recogida en todos sus puntos de venta. Este espíritu solidario es también la inspiración del segundo programa que tiene en marcha Orange: el proyecto Construye su futuro. Esta iniciativa, que se lanzó el pasado año junto a Unicef, tiene como ambicioso objetivo que 220.000 niños en riesgo de exclusión reciban educación. El proyecto incentiva la donación de terminales viejos y destina 2 euros por cada móvil. Vodafone España también se ha comprometido con el medio ambiente recogiendo más de 275.000 teléfonos durante el ejercicio 2012-2013 y participa en el programa Re-estrena en colaboración con el WWF. Además ha implantado un Sistema de Calificación Ecológica que permite conocer el impacto social y ambiental de teléfonos móviles y smartphones de su catálogo. De los terminales se aprovecha todo Hasta el 90% de los componentes de un teléfono móvil son reciclables. Según datos de la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU por cada millón de teléfonos móviles reciclados, que pesan unas 70 toneladas, se pueden recuperar 16 toneladas de cobre, 350 kilos de plata, 34 kilos de oro y 15 kilos de paladio. En un móvil hay dos componentes principales: los circuitos impresos y las baterías. Existen varios procesos, más o menos mecanizados, para la separación de los diferentes componentes. Cada una de las partes se envia a tratamientos adecuados. Por ejemplo, los circuitos impresos son enviados a plantas especializadas en el norte de Europa, donde los metales preciosos son extraídos y reciclados. Otro método que está creciendo consiste en meter los móviles en hornos de fundición especiales (previa retirada de sus baterías) para recuperar los metales que contienen. De un teléfono móvil se obtienen un 58% de plásticos, un 25% de metales y un 17% de vidrio y fibra de vidrio. Si se reutilizaran los móviles recogidos, por cada 500.000 dispositivos se dejarían de emitir unas 50.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

La ‘mina de oro’ de los móviles viejos,Digitech. Expansión.com
En España hay alrededor de 53 millones de teléfonos móviles activos y, cada año, más de 20 millones dejan de utilizarse. Desde hace muchos años se lleva a cabo la llamada producción inversa, es decir, la extracción de materiales útiles a partir de los desechos electrónicos. De esta forma, materiales como el plomo, el cobre, el aluminio y el oro, así como varios tipos de plásticos, cristal y cables, son recuperados de los móviles y reciclados para futuros productos. Teniendo en cuenta el valor que han alcanzado los metales, es fácil entender la proliferación de proyectos para la recuperación de teléfonos en desuso. Una gran cantidad de lo que se denomina residuos-e en realidad no lo son en absoluto, más bien se trata equipos electrónicos, o partes de los mismos, que pueden volver a introducirse en el mercado para su reutilización o pueden reciclarse para recuperar materiales. Tragamóvil, la fundación de la plataforma medioambiental Recyclia para el reciclaje de móviles, retiró en España en 2012 un total de 462 toneladas de teléfonos viejos. Con esta cifra superó en un 109% el objetivo marcado por el Real Decreto 208/2005 sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión correcta de sus residuos, que obliga a recuperar el 75% del peso de cada tipo de aparato. Desde su entrada en funcionamiento en 2001, Tragamóvil ha recogido y gestionado más de 4.000 toneladas de residuos procedentes de móviles. En lo que va de año, se han recogido 317 toneladas. Telefónica parte del concepto que “el mejor residuo es el que no se produce”. Los clientes depositan sus teléfonos móviles antiguos y obtienen un beneficio económico para la compra de un nuevo dispositivo. La compañía también ofrece el reciclaje de aquellos móviles que no pueden reutilizarse. En 2012 recogió 216 toneladas de móviles en desuso: 147 toneladas de teléfonos de clientes para su reutilización y 69 para su reciclaje. Proyectos solidarios Por su parte, Orange España también se ha comprometido con la recogida y reciclaje de móviles. El objetivo en toda Europa es que en 2020 sea capaz de recolectar un volumen de equipos usados equivalentes al 50% de todos los terminales que comercializará ese año. Desde 2010 y hasta finales del primer semestre de 2013 ha retirado más de un millón de terminales usados. La operadora gala reunió, sólo en 2012, más de 460.000 unidades, el 10% de los que vende actualmente. Para fomentar la retirada de móviles antiguos, la operadora puso en marcha el programa Estrena y Recicla con el que aplica descuentos para compra de nuevos dispositivos a aquellos clientes que entreguen terminales de cualquier operador. Ha situado contenedores de recogida en todos sus puntos de venta. Este espíritu solidario es también la inspiración del segundo programa que tiene en marcha Orange: el proyecto Construye su futuro. Esta iniciativa, que se lanzó el pasado año junto a Unicef, tiene como ambicioso objetivo que 220.000 niños en riesgo de exclusión reciban educación. El proyecto incentiva la donación de terminales viejos y destina 2 euros por cada móvil. Vodafone España también se ha comprometido con el medio ambiente recogiendo más de 275.000 teléfonos durante el ejercicio 2012-2013 y participa en el programa Re-estrena en colaboración con el WWF. Además ha implantado un Sistema de Calificación Ecológica que permite conocer el impacto social y ambiental de teléfonos móviles y smartphones de su catálogo. De los terminales se aprovecha todo Hasta el 90% de los componentes de un teléfono móvil son reciclables. Según datos de la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU por cada millón de teléfonos móviles reciclados, que pesan unas 70 toneladas, se pueden recuperar 16 toneladas de cobre, 350 kilos de plata, 34 kilos de oro y 15 kilos de paladio. En un móvil hay dos componentes principales: los circuitos impresos y las baterías. Existen varios procesos, más o menos mecanizados, para la separación de los diferentes componentes. Cada una de las partes se envia a tratamientos adecuados. Por ejemplo, los circuitos impresos son enviados a plantas especializadas en el norte de Europa, donde los metales preciosos son extraídos y reciclados. Otro método que está creciendo consiste en meter los móviles en hornos de fundición especiales (previa retirada de sus baterías) para recuperar los metales que contienen. De un teléfono móvil se obtienen un 58% de plásticos, un 25% de metales y un 17% de vidrio y fibra de vidrio. Si se reutilizaran los móviles recogidos, por cada 500.000 dispositivos se dejarían de emitir unas 50.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

La ‘mina de oro’ de los móviles viejos,Digitech. Expansión.com
En España hay alrededor de 53 millones de teléfonos móviles activos y, cada año, más de 20 millones dejan de utilizarse. Desde hace muchos años se lleva a cabo la llamada producción inversa, es decir, la extracción de materiales útiles a partir de los desechos electrónicos. De esta forma, materiales como el plomo, el cobre, el aluminio y el oro, así como varios tipos de plásticos, cristal y cables, son recuperados de los móviles y reciclados para futuros productos. Teniendo en cuenta el valor que han alcanzado los metales, es fácil entender la proliferación de proyectos para la recuperación de teléfonos en desuso. Una gran cantidad de lo que se denomina residuos-e en realidad no lo son en absoluto, más bien se trata equipos electrónicos, o partes de los mismos, que pueden volver a introducirse en el mercado para su reutilización o pueden reciclarse para recuperar materiales. Tragamóvil, la fundación de la plataforma medioambiental Recyclia para el reciclaje de móviles, retiró en España en 2012 un total de 462 toneladas de teléfonos viejos. Con esta cifra superó en un 109% el objetivo marcado por el Real Decreto 208/2005 sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión correcta de sus residuos, que obliga a recuperar el 75% del peso de cada tipo de aparato. Desde su entrada en funcionamiento en 2001, Tragamóvil ha recogido y gestionado más de 4.000 toneladas de residuos procedentes de móviles. En lo que va de año, se han recogido 317 toneladas. Telefónica parte del concepto que “el mejor residuo es el que no se produce”. Los clientes depositan sus teléfonos móviles antiguos y obtienen un beneficio económico para la compra de un nuevo dispositivo. La compañía también ofrece el reciclaje de aquellos móviles que no pueden reutilizarse. En 2012 recogió 216 toneladas de móviles en desuso: 147 toneladas de teléfonos de clientes para su reutilización y 69 para su reciclaje. Proyectos solidarios Por su parte, Orange España también se ha comprometido con la recogida y reciclaje de móviles. El objetivo en toda Europa es que en 2020 sea capaz de recolectar un volumen de equipos usados equivalentes al 50% de todos los terminales que comercializará ese año. Desde 2010 y hasta finales del primer semestre de 2013 ha retirado más de un millón de terminales usados. La operadora gala reunió, sólo en 2012, más de 460.000 unidades, el 10% de los que vende actualmente. Para fomentar la retirada de móviles antiguos, la operadora puso en marcha el programa Estrena y Recicla con el que aplica descuentos para compra de nuevos dispositivos a aquellos clientes que entreguen terminales de cualquier operador. Ha situado contenedores de recogida en todos sus puntos de venta. Este espíritu solidario es también la inspiración del segundo programa que tiene en marcha Orange: el proyecto Construye su futuro. Esta iniciativa, que se lanzó el pasado año junto a Unicef, tiene como ambicioso objetivo que 220.000 niños en riesgo de exclusión reciban educación. El proyecto incentiva la donación de terminales viejos y destina 2 euros por cada móvil. Vodafone España también se ha comprometido con el medio ambiente recogiendo más de 275.000 teléfonos durante el ejercicio 2012-2013 y participa en el programa Re-estrena en colaboración con el WWF. Además ha implantado un Sistema de Calificación Ecológica que permite conocer el impacto social y ambiental de teléfonos móviles y smartphones de su catálogo. De los terminales se aprovecha todo Hasta el 90% de los componentes de un teléfono móvil son reciclables. Según datos de la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU por cada millón de teléfonos móviles reciclados, que pesan unas 70 toneladas, se pueden recuperar 16 toneladas de cobre, 350 kilos de plata, 34 kilos de oro y 15 kilos de paladio. En un móvil hay dos componentes principales: los circuitos impresos y las baterías. Existen varios procesos, más o menos mecanizados, para la separación de los diferentes componentes. Cada una de las partes se envia a tratamientos adecuados. Por ejemplo, los circuitos impresos son enviados a plantas especializadas en el norte de Europa, donde los metales preciosos son extraídos y reciclados. Otro método que está creciendo consiste en meter los móviles en hornos de fundición especiales (previa retirada de sus baterías) para recuperar los metales que contienen. De un teléfono móvil se obtienen un 58% de plásticos, un 25% de metales y un 17% de vidrio y fibra de vidrio. Si se reutilizaran los móviles recogidos, por cada 500.000 dispositivos se dejarían de emitir unas 50.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

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En España hay alrededor de 53 millones de teléfonos móviles activos y, cada año, más de 20 millones dejan de utilizarse. Desde hace muchos años se lleva a cabo la llamada producción inversa, es decir, la extracción de materiales útiles a partir de los desechos electrónicos. De esta forma, materiales como el plomo, el cobre, el aluminio y el oro, así como varios tipos de plásticos, cristal y cables, son recuperados de los móviles y reciclados para futuros productos. Teniendo en cuenta el valor que han alcanzado los metales, es fácil entender la proliferación de proyectos para la recuperación de teléfonos en desuso. Una gran cantidad de lo que se denomina residuos-e en realidad no lo son en absoluto, más bien se trata equipos electrónicos, o partes de los mismos, que pueden volver a introducirse en el mercado para su reutilización o pueden reciclarse para recuperar materiales. Tragamóvil, la fundación de la plataforma medioambiental Recyclia para el reciclaje de móviles, retiró en España en 2012 un total de 462 toneladas de teléfonos viejos. Con esta cifra superó en un 109% el objetivo marcado por el Real Decreto 208/2005 sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión correcta de sus residuos, que obliga a recuperar el 75% del peso de cada tipo de aparato. Desde su entrada en funcionamiento en 2001, Tragamóvil ha recogido y gestionado más de 4.000 toneladas de residuos procedentes de móviles. En lo que va de año, se han recogido 317 toneladas. Telefónica parte del concepto que “el mejor residuo es el que no se produce”. Los clientes depositan sus teléfonos móviles antiguos y obtienen un beneficio económico para la compra de un nuevo dispositivo. La compañía también ofrece el reciclaje de aquellos móviles que no pueden reutilizarse. En 2012 recogió 216 toneladas de móviles en desuso: 147 toneladas de teléfonos de clientes para su reutilización y 69 para su reciclaje. Proyectos solidarios Por su parte, Orange España también se ha comprometido con la recogida y reciclaje de móviles. El objetivo en toda Europa es que en 2020 sea capaz de recolectar un volumen de equipos usados equivalentes al 50% de todos los terminales que comercializará ese año. Desde 2010 y hasta finales del primer semestre de 2013 ha retirado más de un millón de terminales usados. La operadora gala reunió, sólo en 2012, más de 460.000 unidades, el 10% de los que vende actualmente. Para fomentar la retirada de móviles antiguos, la operadora puso en marcha el programa Estrena y Recicla con el que aplica descuentos para compra de nuevos dispositivos a aquellos clientes que entreguen terminales de cualquier operador. Ha situado contenedores de recogida en todos sus puntos de venta. Este espíritu solidario es también la inspiración del segundo programa que tiene en marcha Orange: el proyecto Construye su futuro. Esta iniciativa, que se lanzó el pasado año junto a Unicef, tiene como ambicioso objetivo que 220.000 niños en riesgo de exclusión reciban educación. El proyecto incentiva la donación de terminales viejos y destina 2 euros por cada móvil. Vodafone España también se ha comprometido con el medio ambiente recogiendo más de 275.000 teléfonos durante el ejercicio 2012-2013 y participa en el programa Re-estrena en colaboración con el WWF. Además ha implantado un Sistema de Calificación Ecológica que permite conocer el impacto social y ambiental de teléfonos móviles y smartphones de su catálogo. De los terminales se aprovecha todo Hasta el 90% de los componentes de un teléfono móvil son reciclables. Según datos de la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU por cada millón de teléfonos móviles reciclados, que pesan unas 70 toneladas, se pueden recuperar 16 toneladas de cobre, 350 kilos de plata, 34 kilos de oro y 15 kilos de paladio. En un móvil hay dos componentes principales: los circuitos impresos y las baterías. Existen varios procesos, más o menos mecanizados, para la separación de los diferentes componentes. Cada una de las partes se envia a tratamientos adecuados. Por ejemplo, los circuitos impresos son enviados a plantas especializadas en el norte de Europa, donde los metales preciosos son extraídos y reciclados. Otro método que está creciendo consiste en meter los móviles en hornos de fundición especiales (previa retirada de sus baterías) para recuperar los metales que contienen. De un teléfono móvil se obtienen un 58% de plásticos, un 25% de metales y un 17% de vidrio y fibra de vidrio. Si se reutilizaran los móviles recogidos, por cada 500.000 dispositivos se dejarían de emitir unas 50.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

La ‘mina de oro’ de los móviles viejos,Digitech. Expansión.com
En España hay alrededor de 53 millones de teléfonos móviles activos y, cada año, más de 20 millones dejan de utilizarse. Desde hace muchos años se lleva a cabo la llamada producción inversa, es decir, la extracción de materiales útiles a partir de los desechos electrónicos. De esta forma, materiales como el plomo, el cobre, el aluminio y el oro, así como varios tipos de plásticos, cristal y cables, son recuperados de los móviles y reciclados para futuros productos. Teniendo en cuenta el valor que han alcanzado los metales, es fácil entender la proliferación de proyectos para la recuperación de teléfonos en desuso. Una gran cantidad de lo que se denomina residuos-e en realidad no lo son en absoluto, más bien se trata equipos electrónicos, o partes de los mismos, que pueden volver a introducirse en el mercado para su reutilización o pueden reciclarse para recuperar materiales. Tragamóvil, la fundación de la plataforma medioambiental Recyclia para el reciclaje de móviles, retiró en España en 2012 un total de 462 toneladas de teléfonos viejos. Con esta cifra superó en un 109% el objetivo marcado por el Real Decreto 208/2005 sobre aparatos eléctricos y electrónicos y la gestión correcta de sus residuos, que obliga a recuperar el 75% del peso de cada tipo de aparato. Desde su entrada en funcionamiento en 2001, Tragamóvil ha recogido y gestionado más de 4.000 toneladas de residuos procedentes de móviles. En lo que va de año, se han recogido 317 toneladas. Telefónica parte del concepto que “el mejor residuo es el que no se produce”. Los clientes depositan sus teléfonos móviles antiguos y obtienen un beneficio económico para la compra de un nuevo dispositivo. La compañía también ofrece el reciclaje de aquellos móviles que no pueden reutilizarse. En 2012 recogió 216 toneladas de móviles en desuso: 147 toneladas de teléfonos de clientes para su reutilización y 69 para su reciclaje. Proyectos solidarios Por su parte, Orange España también se ha comprometido con la recogida y reciclaje de móviles. El objetivo en toda Europa es que en 2020 sea capaz de recolectar un volumen de equipos usados equivalentes al 50% de todos los terminales que comercializará ese año. Desde 2010 y hasta finales del primer semestre de 2013 ha retirado más de un millón de terminales usados. La operadora gala reunió, sólo en 2012, más de 460.000 unidades, el 10% de los que vende actualmente. Para fomentar la retirada de móviles antiguos, la operadora puso en marcha el programa Estrena y Recicla con el que aplica descuentos para compra de nuevos dispositivos a aquellos clientes que entreguen terminales de cualquier operador. Ha situado contenedores de recogida en todos sus puntos de venta. Este espíritu solidario es también la inspiración del segundo programa que tiene en marcha Orange: el proyecto Construye su futuro. Esta iniciativa, que se lanzó el pasado año junto a Unicef, tiene como ambicioso objetivo que 220.000 niños en riesgo de exclusión reciban educación. El proyecto incentiva la donación de terminales viejos y destina 2 euros por cada móvil. Vodafone España también se ha comprometido con el medio ambiente recogiendo más de 275.000 teléfonos durante el ejercicio 2012-2013 y participa en el programa Re-estrena en colaboración con el WWF. Además ha implantado un Sistema de Calificación Ecológica que permite conocer el impacto social y ambiental de teléfonos móviles y smartphones de su catálogo. De los terminales se aprovecha todo Hasta el 90% de los componentes de un teléfono móvil son reciclables. Según datos de la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU por cada millón de teléfonos móviles reciclados, que pesan unas 70 toneladas, se pueden recuperar 16 toneladas de cobre, 350 kilos de plata, 34 kilos de oro y 15 kilos de paladio. En un móvil hay dos componentes principales: los circuitos impresos y las baterías. Existen varios procesos, más o menos mecanizados, para la separación de los diferentes componentes. Cada una de las partes se envia a tratamientos adecuados. Por ejemplo, los circuitos impresos son enviados a plantas especializadas en el norte de Europa, donde los metales preciosos son extraídos y reciclados. Otro método que está creciendo consiste en meter los móviles en hornos de fundición especiales (previa retirada de sus baterías) para recuperar los metales que contienen. De un teléfono móvil se obtienen un 58% de plásticos, un 25% de metales y un 17% de vidrio y fibra de vidrio. Si se reutilizaran los móviles recogidos, por cada 500.000 dispositivos se dejarían de emitir unas 50.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

La ‘mina de oro’ de los móviles viejos,Digitech. Expansión.com