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domingo, 24 de septiembre de 2017

Experiencia de Cooperación en Costa Rica a través del Máster en Gestión Sostenible de los Residuos



Costa Rica 2017

Es 12 de Julio y llega el momento de pasar 3 meses a 8000km de casa; viviré en un entorno desconocido para mi, no conozco a nadie y no estoy preparado para trabajar… todo esto se te pasa por la cabeza hasta pasar un día con los “ticos”, esta gente maravillosa te hace sentir como en casa desde el primer ”pura vida”, prepárate para una batería de preguntas desde tu generación hasta dos o tres anteriores, realmente quieren conocerte y saber de ti.

Comienza mi trabajo en el Instituto Costarricense de Electricidad, mi labor se va a ubicar en el departamento de biogás, el ICE se trata de una entidad pública que colabora con empresas y pequeños productores, nuestro  fin es diseñar proyectos en los cuáles el residuo correspondiente a sus diferentes actividades acaba transformándose en energía, a través de la generación y aprovechamiento del biogás.

Ingenuo de mi creía que sería un trabajo rutinario de oficina, en seguida conocí a los que serían mis jefes y compañeros, Carolina y Rudy, a los pocos días me volví fiel escudero de este último, acompañándole a todos los proyectos y visitas técnicas, se tomaron al pie de la letra la palabra “cooperación” de mi proyecto, cosa que agradezco, y me dediqué a desempeñar cualquier tipo de actividad necesaria, desde análisis de emisiones, instalación de caudalímetros en las plantas hasta el mantenimiento de uno de los generadores de biogás, gracias al cual volví cubierto de grasa hasta las cejas durante una semana.
 
 El ritmo era frenético, se trabaja desde que salía el sol hasta que se ponía, literalmente, todas las semanas se realizaban dos o tres visitas técnicas dónde me contagie de su actitud interrogativa, y acabe con las fuerzas de los gerentes a base de preguntas.

 Después de tres meses a este ritmo, como era de esperar, he aprendido muchísimo, tanto en temas de biogás, ingeniería y medio ambiente como en lo personal, vuelvo sabiendo trabajar en equipo y a mostrar el  respeto y la desinteresada ayuda en cualquier situación, dónde para ellos tu sonrisa por sentirte como en casa era la más valiosa de las monedas.



Para hablar de la belleza de Costa Rica haría falta un libro entero, gracias a las festividades y la flexibilidad del trabajo he podido conocer casi todos los rincones de este increíble país.
  
 




















Gracias a la Cátedra Ecoembes de Medioambiente y a la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) por esta oportunidad de la que tanto he disfrutado y aprendido.


 A 22 de septiembre de 2017,
Julio Raldúa Veuthey


Julio Raldúa, ha sido alumno del Master en Gestión Sostenible de los Residuos de la UPM y obtuvo una beca de Ecoembes para cursar el mismo. El Máster ofrece la posibilidad de integrarse en proyectos de cooperación al desarrollo a todos aquellos estudiantes que así lo demanden, tras un proceso de selección. La integración en estos proyectos relacioados con la gestión de los residuos en aquellas comunidades, está subvencionada por la UPM y en otras ocasiones por la AECID y contraparte de la ONG que opera en el lugar. Es una experiencia vital de la que todos los estudiantes vuelven contentos y es un valor añadido más de nuestro Máster.

Puedes informarte para las últimas plazas que quedan en tfno 913367074 ó a través de nuestra página web CATEDRA ECOEMBES



lunes, 4 de febrero de 2013

Dos empresas del grupo Orobio desarrollan prefabricados de construcción a partir de residuos

(c) Gestores de Residuos
Las empresas Tejera de Durango de Orobio-Goicoechea y CIA, y Áridos Siderúrgicos Orobio, ambas del Grupo Orobio, han desarrollado nuevos materiales prefabricados de construcción a partir de áridos siderúrgicos y cenizas de incineración de lodos, una iniciativa que conseguirá ahorrar hasta un 80% en el consumo de materias primas. El proyecto se ha realizado con el soporte tecnológico de la Unidad de Construcción de Tecnalia y con el apoyo de Ihobe mediante los proyectos ecoinnovadores para la demostración de tecnologías limpias y la valorización de residuos.

Las compañías desarrollaron así una serie de prototipos de productos prefabricados para la construcción, en los que se han incorporado áridos siderúrgicos de escoria negra de acería de horno eléctrico de arco, además de cenizas procedentes de la valorización energética de lodos de Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR).

Ihobe calcula que, sólo en Euskadi, 70.000 toneladas anuales de estos residuos podrán ser valorizados y que incluso pueda generarse una nueva actividad económica derivada de este proyecto que emplee a 10 trabajadores. El el País Vasco se generan cada año 700.000 toneladas de escorias negras residuales de las que se valorizan aproximadamente la mitad, así como 9.000 toneladas anuales de cenizas procedentes de la valorización energética de lodos de depuradoras, lo cuales se depositan en vertedero íntegramente.

El proyecto se llevó a cabo desde octubre de 2011 hasta mayo de 2012, y se ha demostrado la viabilidad técnica de los nuevos productos en cuanto a las condiciones para la fabricación y uso de los nuevos prototipos desarrollados: trabajabilidad, tiempos de fraguado, durabilidad, resistencias a flexión y compresión. También se ha demostrado la viabilidad medioambiental a través de ensayos de lixiviación y análisis de ciclo de vida del producto, entre otros.

El uso de cenizas EDAR en determinadas proporciones en lugar de cemento supone incrementos significativos de la resistencia a la compresión del elemento y reduce los costes de producción. Respecto a las mejoras medioambientales, se incorporan dos corrientes de residuos (los áridos siderúrgicos y las cenizas procedentes de la valorización de lodos EDAR) en aplicaciones constructivas ligadas, de alto valor añadido.

Asimismo, se minimiza el potencial de lixiviación de los metales pesados asociados al árido siderúrgico, al incorporarlos en aplicaciones ligadas con cemento, al tiempo que disminuye la huella de carbono asociada a los productos finales, y se reduce aproximadamente el 80% en el consumo de materiales de origen natural por cada unidad de elemento prefabricado.

La inversión para la evolución del proyecto asciende a 60.000 euros, de los cuales el Gobierno Vasco, a través de Ihobe, ha aportado el 50% tras ser seleccionado como uno de los mejores proyectos presentados en el marco de la iniciativa “Proyectos de EcoInnovación 2011 para la demostración en tecnologías limpias y, valorización de residuos”, iniciativa del Programa Ecoeficiencia en la Empresa Vasca y que, gracias a su éxito, ha contado con una nueva dotación presupuestaria en 2012.

Fuente: Gestores de Residuos

martes, 2 de octubre de 2012

El gran potencial del Ecoturismo

Cuando hablamos de Empleo Verde, una de las principales ramas que debemos tratar es el Ecoturismo o Turismo Sostenible. Debido a la necesidad cada vez más imperiosa de proteger el entorno natural donde se desarrollan las actividades turísticas, surge esta disciplina; que pretende adoptar medidas eficientes para que una actividad económica tan necesaria como el turismo no consuma el entorno en el que se desarrolla.

Esto cobra especial importancia en Latinoamérica o el sur de Asia, donde el turismo está impulsando el desarrollo de estos países de manera espectacular. El riego constante de turistas y las gestiones no siempre correctas por parte de las entidades que lo gestionan pueden poner en peligro el patrimonio natural, cultural e histórico que los caracteriza.

El ecoturismo debe ser una herramienta para el desarrollo sostenible. Esta modalidad de hacer turismo, que la Sociedad Internacional de Ecoturismo define como “viajar a las áreas naturales con el propósito de entender la cultura y la historia del medio ambiente y teniendo cuidado de no alterar la integridad del ecosistema mientras se producen oportunidades económicas que hagan que la conservación de los recursos naturales sea beneficiosa para la gente del lugar”, no es nueva, pero ha cobrado gran auge en los últimos 10 años.

Países como Costa Rica, Ecuador, Nepal, Kenya, Australia, Brasil, y Madagascar, por ejemplo, han sabido explotar con éxito sus recursos naturales y hacer que el ecoturismo represente un alto porcentaje de su producto interno bruto.

Desafortunadamente algunos de estos países han descubierto sobre la marcha que el ecoturismo no planificado tiene también una enorme posibilidad de impactos negativos. Informes de la Unesco identifican entre los principales problemas las presiones causadas a los recursos naturales precisamente por la necesidad de satisfacer las exigencias y comodidades físicas de los turistas que vienen a visitarlas. También destaca que frecuentemente las comunidades locales son excluidas y no se benefician adecuadamente de la actividad.

Tomemos el ejemplo del Parque Nacional Manuel Antonio, en Costa Rica, hogar de una de las pocas poblaciones vivas de monos araña en el país. Este se ha convertido en víctima de su propia popularidad con la construcción excesiva de hospederías que amenazan a la población de monos y otras formas de vida silvestre en el área. Nepal, por su parte, confronta un serio problema de manejo de los desechos tirados en las veredas de las rutas turísticas en el Himalaya.

No podemos permitir que recursos naturales de gran valor terminen convertidos en Disneys criollos. Es factible mitigar los efectos negativos del ecoturismo antes de comenzar a explotar nuestros recursos naturales y áreas de gran sensibilidad ecológica para esta modalidad. Para ello se hacen necesarios esfuerzos de formación, capacitación y adecuados procesos de educación y planificación para asegurar la conservación de especies y ecosistemas importantes.

Es necesario además que todos los sectores participantes, desde los miembros de la industria de viajes hasta las comunidades adyacentes, fomenten la conservación de energía y del medio ambiente; protección del agua y aire; reciclaje de materiales; manejo seguro de deshechos y materiales tóxicos; control de ruido; y sobre todo, amplia participación de la comunidad en estos proyectos.

Fuentes: UPM, Diario El Nuevo Día