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lunes, 4 de mayo de 2015

Aprobado el texto definitivo para reducir al 50% el consumo de bolsas de plástico ligeras para el año 2020: Más allá de la aplicación de la norma.

El 28 de abril fue aprobado por el Parlamento Europeo la nueva normativa referente a la reducción del consumo de las bolsas de plástico de un solo uso en los Estados miembros, concretamente de las “bolsas de plástico ligeras” que son aquellas de menos de 50 micras de espesor.


martes, 24 de marzo de 2015

La problemática de las bolsas de plástico de un solo uso

El Plan Nacional Integrado de Residuos 2008-2015 (PNIR) incluía entre sus objetivos la reducción del consumo de las bolsas comerciales de un solo uso. En la Ley 22/2011, de residuos y suelos contaminados, se establecía en su Disposición Adicional segunda un calendario de sustitución de las bolsas de plástico no biodegradables de un solo uso. Tomando como referencia los valores de 2007 de bolsas de plástico puestas en el mercado, en 2015 se debería haber sustituido el 70% de las bolsas para llegar en 2018 a una sustitución total de estas. Esta disposición no está actualmente vigente al ser eliminada por la Ley 11/2012 de medidas urgentes en materia de medio ambiente. 



Hace un año, los eurodiputados aprobaron una propuesta para armonizar la legislación en los veintiocho países miembros con respecto al uso y distribución de las bolsas de plástico no biodegradables de un solo uso. El Parlamento Europeo ha solicitado la reducción del 80% de estos residuos para 2019 y que, como meta intermedia, en 2017 se alcance al menos una reducción del 50%. Esta propuesta estará contemplada en la futura Directiva de Envases y Residuos de envases, aun sin aprobar.

Según los datos publicados por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio ambiente, en los primeros 5 años del PNIR se ha registrado un descenso en el consumo de las bolsas de plástico no biodegradables de un solo uso de más del 50%, por lo que ya hemos alcanzado los objetivos europeos.

Desde que salió la normativa española, comenzaron las campañas de sensibilización ciudadana y algunas cadenas de supermercados empezaron a cobrar por las bolsas de un solo uso, los hábitos de consumo de los españoles han cambiado inundándose el mercado con bolsas reutilizables aunque aun se pueden encontrar bolsas de un solo uso de dos tipos: las clásicas de polietileno, que están en vías de desaparecer, y las biodegradables, que cada vez se ven en más comercios. 



La convivencia de estos dos tipos de bolsas de un solo uso genera un problema al consumidor y a los recicladores. Los primeros deben tener claro en qué contenedor depositar cada una de las bolsas y los segundos, si los consumidores no han separado bien, se pueden encontrar con un grave problema en la planta de reciclaje.

Las bolsas de plástico de un solo uso no biodegradables están fabricadas principalmente con polietileno y deben depositarse en el contenedor amarillo para poder reciclarse. Por otro lado, las bolsas biodegradables certificadas como compostables (UNE 13432) deben ir junto con los residuos orgánicos biodegradables, es decir, con los residuos de la comida y restos de poda de parques y jardines, para que junto con éstos puedan compostarse y formar un abono. Por lo tanto, el contenedor más adecuado para su recogida es el de la fracción orgánica separada, el contenedor marrón. Si no disponemos de éste contenedor en nuestro municipio, lo adecuado es que estas bolsas compostables se eliminen junto con la fracción resto, en cuyo caso también eliminamos los residuos de nuestras cocinas y jardines. 

El problema está si estas bolsas de plástico biodegradable acaban en el contenedor amarillo ya que en este caso, debido a su incompatibilidad de reciclado mecánico en mezcla con los plásticos convencionales, generarían un problema en la calidad del plástico reciclado resultante y en definitiva, en los futuro productos fabricados con este material como son tuberías de riego o nuevas bolsas de plástico.

martes, 3 de enero de 2012

¿Quién inventó la bolsa de papel?

La moderna bolsa de papel, que por su carácter natural, renovable, reciclable y biodegradable, se afianza en todo tipo de comercios como la opción más sostenible, la inventó una mujer. Margaret Knight, que trabajaba en una fábrica de bolsas de papel tipo sobre (las únicas que entonces existían), inventó una máquina que permitía una innovación definitiva: el fondo cuadrado, y con ello el nacimiento de la moderna bolsa de papel. Margaret Knight fundó en 1870 su propia compañía bolsera, la Eastern Paper Bag Company, para comercializar su invento. Conocida como la Edison femenina, Knight registró a lo largo de su vida casi una treintena de patentes y fue autora de cerca de cien inventos. Desde las tiendas de lujo a los supermercados, desde las farmacias a las panaderías, desde los centros de mobiliario a los de electrónica, desde las ferreterías a las jugueterías… hay una bolsa de papel natural, renovable, reciclable y biodegradable para cada comercio. Y es tan resistente como la que más, sin rasgaduras ni perforaciones. Algunos datos recientes perfilan la importancia de la bolsa de papel en nuestra sociedad: El 72% de las bolsas de papel que utilizamos en España se recuperan y se reciclan. El 85% de los transeúntes se fijan en los mensajes impresos en las bolsas de papel que ven por la calle (encuesta Media Analyzer Software and Research). Las bolsa de papel con asa para supermercados (equivalente a la bolsa tipo camiseta) aguanta más de 12 kilos, la bolsa de papel mediana con asas para grandes almacenes y tiendas especializadas carga más de 14 kilos, las bolsas medianas sin asas tipo sobre para fruta y compra a granel pueden con más de 5 kilos (ITENE Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística). El 86% de los consumidores, si para un mismo producto pueden escoger entre un embalaje de papel o de otro material, escogen el de papel (encuesta IPSOS en España y otros seis países europeos). El 35% de las bolsas del comercio en España son ya de papel: el 70% de las bolsas utilizadas en comercios de ropa, textil y confección, donde ya son mayoritarias y el 7% de las bolsas de comercios de alimentación donde también se va introduciendo crecientemente la bolsa de papel, según la Asociación la bolsa de papel. IDE (diciembre 2011)

lunes, 7 de noviembre de 2011

¿Qué hacemos con las bolsas de un sólo uso?

Nuestra compañera Aida Fernando de Fuentes, Licenciada en Ciencias Ambientales e investigadora de la Cátedra Ecoembes de Medio Ambiente de la Universidad Politécnica de Madrid, ha intervenido el pasado domingo 6 de noviembre, en el programa de televisión "El Escarabajo Verde", opinando desde el punto de vista técnico, sobre la biodegradación de las bolsas de bioplásticos y de los resultados más relevantes que se están obteniendo en esta investigación.




Desde hace ya casi tres años, la UPM viene desarrollando un ambicioso proyecto de investigación sobre la biodegradabilidad efectiva de los productos fabricados con bioplásticos, plásticos biodegradables de origen petrolífero y plásticos oxodegradables. Los resultados han sido presentados ya a congresos internacionales de residuos y publicados en revistas con impacto.

Las investigaciones se han centrado en tres vías: la primera tuvo como objetivo el cálculo de la biodegradabildiad de estos materiales: PLA, PHB, almidón y oxo, según la norma ISO 13.432, así como la evaluación de la fitotoxicidad de los componentes degradados. Los resultados fueron contrastados con otras investigaciones en la materia, resultado algo dispares para el PLA y Oxo, cuestión que fue debatida en un foro internacional específico que se celebró en la CEOE. La segunda, consistió en la verificación de la degradación, ya no de los materiales, de los productos fabricados con los polímeros, en concreto, bolsas comerciales de un sólo uso y bandejas de PLA para alimentos, en plantas de compostaje industrial en pilas. En este sentido, los ensayos se realizaron con la gentileza de BEFESA-ABENGOA, quienes colaboraron con la cesión de la planta de Torija (Guadalajara) para todas las pruebas a este nivel. La tercera fase, consistió, aun estamos trabajando en ella, en conocer el comportamiento de estos productos en plantas de compostaje pero con tecnología túnel. En este caso, los ensayos se están realizando en las instalaciones de la planta de Arenas de San Pedro (Avila).

De unos y otros ensayos cabe destacar que los productos o bolsas con la denominación oxo-degradables, no se biodegradan en plantas de compost, bajo ninguna tecnología estudiada. Para los productos de PLA, la biodegradación es total. Para los productos fabricados con almidón, la biodegradabilidad depende de la densidad del mismo, observándose que en tecnologías que requieren menos tiempo de residencia en el compostaje, las partes de las bolsas más densas, como son las asas, a veces no se biodegradan del todo.

En todas las fases, aquellos polímeros derivados del petróleo, pero que contienen aditivos o mezclas con polímeros biodegradables, la biodegradabilidad de las bolsas también es total.

Respecto a la fitotoxicidad, hay que analizar más concienzudamente los resultados, pues hay contaminaciones o interferencias que distorsionan los resultados de los experimentos. Estas contaminaciones, en planta, probablemente proceden de los propios materiales con las que están hechas las propias tecnologías, de ahí nuestra inquietud en aislarlas antes de dar un resultado final  y publicable.

Los bioplásticos aplicados a las bolsas  comerciales, junto con las bolsas reutilizables, son una solución suplementaria al objetivo del 2018 sobre la eliminación de las bolsas de plástico de un sólo uso. Sin embargo, son aun muchas las dudas que se suscitan alrededor de esta cuestión y no es más que si se hace un esfuerzo grande para certificar que estas bolsas son compostables, ¿realmente llegarán todas a la planta de compost?, por citar alguna.

Finalmente, para el 2012 se comenzará una nueva fase en el proyecto, que es el estudio del comportamiento de estos polímeros en plantas de biometanización, proyecto financiado por Ecoembalajes España, S.A. y del que Aida también será la investigadora principal en la UPM.