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viernes, 5 de octubre de 2012

Una empresa navarra producirá material para fabricar neumáticos "verdes"

(c) Rezulteo
La empresa Indugarbi NFU´s, perteneciente a Hera Holding, adaptará su planta de reciclaje de neumáticos ubicada en Murillo el Fruto, para producir material, dirigido al mercado europeo, para la fabricación de neumáticos “verdes”, con la tecnología Micronized Rubber Powder (MRP), que convierte residuos en recursos.

Se calcula que se necesitará una inversión inicial de más de cinco millones de euros, para una capacidad instalada de tratamiento en torno a 10.000 toneladas anuales. Las obras en la planta navarra facilitarán la producción de MRP, y sus dimensiones definitivas dependerán de la prospección de ventas que se realice hasta el verano de 2013.

Se trata de una fuerte apuesta de este grupo empresarial español por la innovación en el marco de la sostenibilidad medioambiental, tras el acuerdo al que se llegó con la empresa norteamericana Lehigh Technologies Inc., compañía líder en materiales sostenibles. Así, desde la planta española se acometerán los mercados industriales europeos. Sus nuevas instalaciones de Murillo el Fruto servirán para la producción, introducción y expansión de esta nueva tecnología verde en Europa, además de crear entre 10 y 20 nuevos puestos de trabajo, contando entre empleo directo e indirecto. La planta, en la actualidad, emplea a 12 personas.

La tecnología Micronized Rubber Powder (MRP) permite reutilizar los productos de caucho que ya no tienen vida útil como, por ejemplo, los neumáticos viejos. Esta tecnología convierte el caucho de desecho en un polvo de elevadísima calidad que las empresas pueden utilizar para volver a fabricar productos de caucho iguales que los originales. Por ejemplo, en el caso de los neumáticos, por cada unidad se reduce un 8% la emisión de CO2.

Tras el acuerdo entre Hera Holding y Lehigh Technologies, IndugarbiNFU´s podrá suministrar el MRP a las industrias del caucho, plásticos industriales, revestimientos y gran consumo. Entre los principales clientes de Lehigh se incluyen cinco de las diez compañías fabricantes de neumático más grandes del mundo. Hasta el momento ya se han producido en EE.UU. más de 140 millones de neumáticos con esta tecnología.

En su estrategia de captación de inversión exterior, la sociedad pública navarra SODENA también participó en el proyecto, tanto reuniéndose con ambas partes como estando al corriente de las negociaciones. Eventualmente, no se descarta una participación accionarial de SODENA en el proyecto, aunque para ello se esperará a conocer y valorar el Plan de Negocio del nuevo proyecto.

“Hera está comprometida con la mejora de la calidad medioambiental, la gestión de los residuos y con el desarrollo de métodos de reciclaje y aprovechamiento de materiales para satisfacer la creciente demanda de productos sostenibles en Europa”, manifestó Jordi Gallego, CEO del citado grupo español con sede en Barcelona. “Este acuerdo con Lehigh es un ejemplo de cómo nuestra compañía consigue su objetivo, asociándonos con empresas de innovación tecnológica que se centran en la sostenibilidad y en transformar residuos en nuevos recursos”.

La tecnología creada por Lehigh Technologies, basada en un molino criogénico, convierte el neumático de deshecho y el caucho post-industrial en un sustituto sostenible y más económico para los polímeros sintéticos y otros compuestos asociados al caucho para utilizarlo en neumáticos y otros productos de caucho de alto rendimiento.

Fuente: Gestores de Residuos

viernes, 28 de septiembre de 2012

¿Cuál es la eficiencia de los neumáticos recauchutados?

La Cátedra para la Investigación y Formación sobre Neumáticos Reciclados de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche ha llevado a cabo un estudio en profundidad de la eficiencia medioambiental de los neumáticos recauchutados producidos en nuestro país. El estudio ha demostrado que a través de la producción y uso de neumáticos recauchutados pueden alcanzarse ahorros de entre un 50 y un 75% en el consumo de energía y materias primas, así como en las emisiones de CO2 a la atmósfera. Estas reducciones tienen, también, una repercusión directa en la economía de los usuarios.

A la presentación de esta investigación han acudido el vicerrector de Investigación e Innovación de la UMH, Fernando Borrás Rocher, el director de la Cátedra para la Investigación y Formación sobre Neumáticos Reciclados, Miguel Sánchez Lozano, la investigadora en el Departamento de Ingeniería Mecánica y Energía de la UMH Marta Guzmán García y el presidente de la Asociación Española de Neumáticos Reciclados, Salvador Pérez Vázquez.

En la fabricación de neumáticos recauchutados para turismo se emplea por término medio un 44,5 % menos de energía que en la fabricación de los neumáticos nuevos de similares características, lo que equivale a un ahorro medio de 10,5 L de petróleo por neumático. En cuanto a neumáticos recauchutados para camión y vehículo industrial, el ahorro energético obtenido es del 69,6%, que equivale a un ahorro medio de 98,3 L de petróleo por neumático.

Por otro lado, la producción de neumáticos de turismo recauchutados tiene asociado un 51,7 % menos de emisiones que la de los neumáticos nuevos equivalentes, que se traduce en una reducción media de 32,8 kg de CO2 emitido a la atmósfera por neumático. Para recauchutados de camión y vehículo industrial, la reducción media es del 69,1%, lo que en términos absolutos supone evitar la emisión a la atmósfera de 234,3 kg de CO2 por neumático.

La investigación también cuenta con un análisis de los costes de fabricación que considera los asociados a materiales y a los recursos energéticos empleados. El ahorro de energía y materias primas asociado al recauchutado se traduce lógicamente en un ahorro económico, que repercute finalmente en el consumidor final. Este ahorro de costes respecto a la fabricación de neumáticos nuevos se ha estimado en una media de un 47% para los neumáticos de turismo y de un 76% para los de camión y vehículo industrial.

En su fabricación se respetan los más rigurosos controles de calidad y las empresas del sector muestran además una preocupación creciente por adoptar sistemas productivos más eficaces y respetuosos con el medio ambiente. Como resultado, los neumáticos reciclados presentan, además, similares características de confort y cumplen las mismas normas de seguridad que los nuevos. El neumático reciclado constituye, por tanto, una alternativa medioambiental y económicamente sostenible que debe ser promocionada.

El trabajo se ha realizado gracias a la colaboración de empresas representativas del sector de neumáticos reciclados en España que han participado en el análisis de sus procesos y en la aportación de datos. En cada una de las empresas se ha contabilizado la energía consumida en el proceso completo de producción (incluyendo los consumos directos e indirectos y los asociados a la recuperación de las carcasas de neumáticos usados), así como las materias primas utilizadas en el mismo y la energía necesaria para producir dichas materias primas. Por otra parte, se han estimado las emisiones de CO2 producidas durante la fabricación de neumáticos en cada empresa, a las que se han sumado también las emisiones de CO2 que se estiman asociadas a la producción de las materias primas.

Una vez obtenidos los resultados para cada una de las empresas colaboradoras, se han calculado los valores medios ponderados de estos consumos y emisiones para cada tipo de neumático, que se consideran aplicables a la producción de neumáticos reciclados en España. Estos valores se han comparado con los correspondientes a la fabricación de neumáticos nuevos, tanto para turismo como para camión y vehículo industrial.

Fuente: Gestores de Residuos

jueves, 19 de julio de 2012

Desarrollan un nuevo material para almacenar carbono


El almacenamiento de carbono, en combinación con fuentes alternativas de energía renovable, podría contribuir a cambiar la situación imperante en el mercado energético y garantizar un futuro más próspero para todos gracias a su capacidad para mitigar el impacto que ejercen los combustibles fósiles tradicionales en el medio ambiente. La idea del almacenamiento de carbono no es nueva, pues se produce de forma natural y continua en el medio ambiente. Ahora un equipo de investigadores dirigido por la Universidad de Nottingham (Reino Unido) ha desarrollado un nuevo material poroso que presenta propiedades únicas de retención de dióxido de carbono (CO2). Este material puede utilizarse para reducir la cantidad de CO2 que recibe la atmósfera. Este trabajo contó con el apoyo del proyecto Coordspace («Espacio de la química de la coordinación: extracción, almacenamiento, activación y catálisis»), financiado con una subvención avanzada (Advanced Grant) del Consejo Europeo de Investigación (CEI) por valor de 2,5 millones de euros a través del Séptimo Programa Marco (7PM). 

La característica principal de este nuevo material es su capacidad de absorción de CO2, la cual, en palabras de los investigadores, podría contribuir al desarrollo de nuevos productos destinados al almacenamiento de este compuesto y capaces de reducir las emisiones que se generan en los procesos en los que se queman combustibles fósiles. Este descubrimiento se enmarca en la continua búsqueda de materiales innovadores aptos para el almacenamiento de gases. 

El profesor Martin Schröder de la Universidad de Nottingham y director del equipo científico afirmó: «La estructura imperfecta y única de este nuevo material está relacionada directamente con sus propiedades de absorción de gas. La determinación y racionalización de la estructura y la función de este material sólo ha sido posible gracias a los análisis detallados logrados mediante técnicas de determinación de estructuras y modelización computacional.» Los descubrimientos del equipo han sido publicados en la revista Nature Materials. 

El entramado de metal orgánico entrelazado creado por los investigadores se ha denominado NOTT-202a y consiste en ligandos de tetracarboxilato, una estructura compuesta por una serie de moléculas o iones unidos a un átomo metálico central que se completa con centros de indio metálico. Los patrones hexagonales de la estructura, semejantes a los de una colmena, permiten una absorción selectiva del CO2 y la circulación libre de otros gases como el nitrógeno, el metano y el hidrógeno. De este modo sólo las moléculas de CO2 quedan atrapadas en los nanoporos del material incluso a temperaturas bajas. 

El equipo empleó mediciones por difracción de rayos X por el método de polvo para obtener información sobre las propiedades únicas de almacenamiento de CO2 del material y se sirvió de la modelización informática avanzada para un posterior examen en la Fuente de Luz Diamond de Oxfordshire (Reino Unido).
Fuente: CORDIS.Europa.eu (17/07/2012)

miércoles, 27 de junio de 2012

Investigan en Palencia el cultivo de microalgas como alternativa para capturar CO2


Jorge Miñón, del Campus de La Yutera, estudia la viabilidad de estos cultivos también a nivel energético y de biomasa

El Grupo de Investigación de Tecnologías Avanzadas Aplicadas al Desarrollo Rural Sostenible (Tadrus) de la Universidad de Valladolid, ubicado en la Escuela de Ingenierías Agrarias de Palencia y coordinado por el profesor Luis Manuel Navas, trabaja en una línea relacionada con la intensificación del cultivo de microalgas bien para fines energéticos, como la producción de biocombustibles, para su empleo en piensos animales o para la industria de síntesis en general.

Uno de sus investigadores, Jorge Miñón, ha recibido recientemente el premio ¿Investigamos? del centro tecnológico Itragra por su proyecto fin de Master, centrado en la producción de biomasa algal para la captura de gases de efecto invernadero. Este innovador planteamiento, asegura el joven científico, puede suponer una alternativa interesante para las industrias que más emisiones realizan a la atmósfera, como las centrales térmicas de carbón, dado que además de gestionar las emisiones “de forma local y sostenible” podrían obtener un rendimiento económico. “Con el cultivo de microalgas se obtiene una biomasa que después puede utilizarse para otros fines como la producción de biodiesel o bioqueroseno, o la elaboración de piensos animales”, subraya.


El trabajo que ha planteado, que será el germen de su tesis doctoral, se centra en diseñar un modelo con tres ejes principales, un estudio de la viabilidad a nivel energético del cultivo de microalgas, a nivel de potencial captura de CO2 y a nivel de producción de biomasa.


Para ello, el investigador ensayará el cultivo de microalgas con los tres tipos de fotobiorreactores que existen hoy día, instrumentos “que permiten optimizar las condiciones de crecimiento de las plantas, como la temperatura o la radiación”. En concreto, empleará fotobiorrecatores de canales, la tipología más sencilla y la que se ha utilizado tradicionalmente en la industria farmacéutica y de pisficactorías; fotobiorreactores de recipentes o conducciones, cuyo objetivo es maximizar la superficie iluminada e incrementar el rendimiento; y los fotobiorreactores de medio poroso, “que tienen unas perspectivas de futuro grandísimas”.


Posteriormente, realizará el análisis para estas tres tecnologías a nivel energético, de producción de biomasa y de captura de CO2. Con los resultados, “se realizará una extrapolación a Castilla y León y se elaborará un mapa con el potencial de producción de biomasa algal de la comunidad por medio de sistemas de información geográfica (SIG)”.


Unas especies capaces de crecer en condiciones complicadas

Como explica Jorge Miñón, las microalgas son las especies vegetales que mayor eficacia fotosintética presentan, “de ahí el gran interés que están teniendo para la captura de CO2”. No obstante, este potencial depende de la especie, que puede ser más o menos apropiada por ejemplo para la producción de biocombustibles, en función de su contenido en aceite.

Otro aspecto relevante de las microalgas es que son especies “primitivas” que no se ven inhibidas por ambientes reductores, es decir, carentes de oxígeno. “En la atmósfera primitiva, cuando el ambiente era reductor, fueron las especies que poblaron la Tierra. Este es un punto positivo ya que si les inyectamos gases de efecto invernadero ricos en CO2, óxidos de nitrógeno u óxidos de azufre, no solo siguen creciendo, sino que son capaces de aumentar su rendimiento”, agrega.


El proyecto está siendo tutorizado por el profesor Salvador Hernández y será presentado en julio. No obstante, la beca de 4.000 euros que le ha otorgado el Itagra tiene una duración de un año. “Con ella estoy montando una pequeña planta piloto con los tres tipos de fotobiorreactores”, señala el investigador, quien avanza que ha terminado de montar el de medio poroso y que ya se encuentra inoculando una especie de alga edáfica (presente en el suelo) que ha obtenido en la zona de Palencia.


Miñón ya obtuvo una beca Prometeo de la Fundación General de la Universidad de Valladolid para patentar un secadero de biomasa algal que diseñó en su proyecto fin de carrera.

Fuente: DICYT.com (25/06/2012)

viernes, 22 de junio de 2012

Nuevos métodos reflejan menor emisión de carbono por deforestación tropical


Las emisiones de carbono causadas por la deforestación tropical en América Latina, el Caribe, África y Asia son menores que las predicciones más recientes, según un nuevo estudio que publica la revista Science.

Un equipo de investigadores combinó los datos obtenidos por satélites sobre la pérdida neta de forestas y los volúmenes de carbono forestal para rastrear las emisiones procedentes de la deforestación en millones de pixeles de mapas. 

El llamado Equipo Winrock incluye científicos de Applied GeoSolutions, el Laboratorio de Propulsión de la agencia espacial estadounidense NASA, y de la Universidad de Maryland

Los investigadores, que emplearon los datos obtenidos por los satélites de observación en tres regiones continentales distintas, encontraron que las emisiones totales de carbono procedentes de la deforestación, que no toma en cuenta la restauración de foresta, en las tres regiones entre 2000 y 2005 fueron de 0,81 petagramos de carbono por año. (El petagramo es una unidad de masa equivalente a 1.000.000.000.000.000 gramos, o mil millones de toneladas). 

Sin embargo, los mejores cálculos de las emisiones de carbono derivadas del uso de tierras tropicales hechos en 2007 por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, señalaban un volumen de aproximadamente 1,6 petagramos por año. 

Dado que los resultados de los investigadores están entre el 25 y el 50 por ciento de las predicciones públicas más recientes, los autores indican que deberían servir como línea base para estudios futuros sobre la tasa de pérdida de forestas tropicales. Una diferencia de esta magnitud en los cálculos de las emisiones por deforestación tropical tiene implicaciones para las políticas que lidian con el cambio climático. 

Por ejemplo, el Gobierno de Noruega ha estado pagando las porciones de su compromiso de 1.000 millones de dólares a Brasil, a razón de 5 dólares por tonelada de dióxido de carbono, para la reducción de emisiones por deforestación, sobre la base de los informes anuales de la Agencia Espacial Brasileña acerca de la deforestación amazónica, la cual ha ido disminuyendo desde 2005. 

El Gobierno de Noruega ha comprometido otros 1.000 millones de dólares para Indonesia si se desarrolla en ese país un sistema de vigilancia legítimo, y si se reducen las emisiones. 

Los dos países, Brasil e Indonesia, produjeron las mayores emisiones entre 2000 y 2005, y fueron responsables del 55 por ciento de las emisiones totales provenientes de la deforestación tropical. 

Casi el 40 por ciento de todas las forestas en las regiones estudiadas se concentra en los trópicos secos, pero representaron el 17 por ciento de las emisiones totales de carbón, lo cual refleja bajas reservas de carbono en estas forestas comparadas con las junglas tropicales húmedas.
Fuente: Madrimasd.org (22/06/2012)

viernes, 15 de junio de 2012

Los expertos ya consideran el problema de los residuos tan alarmante como el cambio climático


El Banco Mundial alerta del preocupante aumento de la generación de residuos en los centros urbanos.

Un nuevo informe del Banco Mundial sobre la situación de los residuos sólidos urbanos (RSU) predice un marcado incremento de la basura generada en las ciudades hasta 2025. El informe estima que la cantidad de RSU generados aumentará de los actuales 1.300 millones de toneladas anuales a 2.200 millones de toneladas, y que la mayoría del aumento se producirá en las ciudades en rápido crecimiento de los países en desarrollo. Como consecuencia, el coste anual de la gestión de residuos sólidos aumentará de los 205.000 millones de dólares actuales a 375.000 millones, y que el mayor aumento de este gasto se registrará en las ciudades de los países en vías de desarrollo.

lunes, 11 de junio de 2012

El reciclaje de neumáticos en 2011 ahorró 218 millones de litros de petróleo


El Sistema Integrado de Gestión de Neumáticos Fuera de Uso, TNU, que agrupa a los principales importadores y fabricantes del país, ha reciclado más de 51.800 toneladas de neumáticos durante 2011 en España, lo que ha evitado la emisión de 500.000 toneladas de CO2 a la atmósfera y el ahorro de 218 millones de litros de petróleo, aproximadamente.

En total se han gestionado más de 7 millones de neumáticos usados, lo que ha supuesto para TNU un aumento del 4% sobre su responsabilidad de residuos declarados. 

viernes, 8 de junio de 2012

Las bolsas de papel que se utilizan en España almacenan 78.000 toneladas de CO2


Los 2.050 millones de bolsas de papel con asa y sin asa que se utilizan al año en España contribuyen a la lucha contra el cambio climático almacenando 78.000 toneladas de CO2, según labolsadepapel, campaña que une a fabricantes de papel y de bolsas de papel. La apuesta de los comercios por la bolsa de papel supone así 78.000 toneladas de CO2 menos en la atmósfera, un ahorro equivalente a las emisiones anuales de calefacción y agua caliente de 46.000 hogares.

Los árboles absorben el CO2 de la atmósfera para alimentarse y crecer. De hecho, la fibra de madera, la celulosa con la que se fabrica el papel, es un hidrato de carbono. Y los árboles que se plantan y cultivan en las plantaciones que se utilizan para la fabricación de bolsas de papel, al ser especies de rápido crecimiento como el pino y el eucalipto, son precisamente debido a esa característica los que más CO2 absorben. El eucalipto, por ejemplo, fija anualmente el doble de carbono que el castaño y cinco veces más rápido que la encina.

Estas plantaciones para papel se rejuvenecen además periódicamente con las talas de aprovechamiento y la consiguiente regeneración y replantación. Y son los árboles jóvenes, los que están creciendo, los que más CO2 absorben. Estudios recientes demuestran que una vez que el bosque alcanza su madurez, deja de fijar carbono, por lo que estas plantaciones productivas son una oportunidad medioambiental.

lunes, 28 de mayo de 2012

Un estudio señala que es posible reducir las emisiones de gases de efecto invernadero


Si se realizan de aquí a 2020 ciertos cambios necesarios en ámbitos como la vivienda, el transporte de pasajeros y los alimentos, será posible reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en unas 4,5 millones de toneladas. Este es el mensaje que transmite una nueva investigación finlandesa que indagó en la posibilidad de reducir el nivel de emisiones actual.

Los investigadores, pertenecientes al Instituto Finlandés de Medio Ambiente (SYKE), el Centro Nacional Finlandés del Consumidor y el Instituto Gubernamental Finlandés de Investigación Económica (VATT), afirman que las mayores reducciones en vivienda estarían relacionadas con cambios en el aspecto energético. El ahorro de calefacción y electricidad y la promoción de dispositivos eficientes desde el punto de vista energético son otras formas de garantizar dichas reducciones.

Con respecto al transporte de pasajeros se indican dos maneras de disminuir las emisiones: endurecer los impuestos a los automóviles y el combustible e imponer pagos por el uso de las carreteras. Los investigadores aducen que las emisiones relacionadas con los alimentos podrían reducirse si se introduce una dieta baja en carbono en los servicios de cocina y restauración de los sectores público y privado. Otra vía de acción sería garantizar que no se eche comida a perder. 

El equipo destacó la importancia de sus descubrimientos, sobre todo si se tiene en cuenta que el gobierno finlandés se ha propuesto distintos objetivos para reducir las emisiones en los próximos años. Los datos sugieren que Finlandia emite en torno a 70 millones de toneladas de gases de efecto invernadero. Según los investigadores, la vivienda, el transporte de pasajeros y la industria alimentaria suponen cerca de un cuarto del total en equivalentes de dióxido de carbono (CO2). Añadieron que el total de las emisiones atribuibles a Finlandia y otros territorios asciende a 35 millones de toneladas si se tienen en cuenta el ciclo de vida completo de los productos y las emisiones globales. 

En su estudio se pone de manifiesto que los instrumentos políticos aplicados a la normativa climática dedicada a la vivienda no tienen por qué haberse creado a propósito para este efecto y suelen utilizarse en otros ámbitos como por ejemplo la recaudación fiscal. Para más inri, los instrumentos políticos no son completamente coherentes, pues las decisiones que guían el consumo ciudadano se realizaron en distintos momentos ateniéndose a circunstancias diferentes. En este estudio se concluyó que es básico que ministerios y agencias del gobierno central creen relaciones más estrechas y establezcan objetivos comunes de reducción de emisiones en los programas políticos. 

Una de las relaciones identificadas por el equipo fue entre la vivienda y el transporte de pasajeros. Afirman que los niveles de emisiones vienen determinados por las elecciones personales en cuanto a la ubicación de la vivienda y el trabajo y también en relación a cuánta energía se genera y se utiliza. 

Con respecto a la reducción de las emisiones procedentes de hogares, los investigadores afirman que se puede lograr un descenso de 1,3 millones de toneladas si se modifica el sistema de calefacción y se acometen renovaciones con la energía en mente. Decantarse por un estilo de vida «inteligente desde el punto de vista energético» generaría una reducción de 0,36 millones de toneladas en calefacción y electricidad. Si a esto se suma la adquisición de electrodomésticos más eficientes se reducirían 0,34 millones de toneladas adicionales.

La utilización de la bicicleta o el desplazarse a pie en lugar de utilizar el automóvil permitiría ahorrar más de 2,1 millones de toneladas equivalentes de CO2 adicionales.
Fuente: CORDIS.Europa.eu (24/05/2012)

miércoles, 16 de mayo de 2012

Desperdiciar alimentos en los hogares contamina más que las emisiones de miles de coches


Una investigación realizada por científicos de la Universidad de Edimburgo revela que la leche desperdiciada en los hogares de su país (en un gesto tan sencillo como verter los restos del desayuno) genera cada año una huella de carbono equivalente a 100.000 toneladas de CO2, las emisiones anuales de 20.000 coches.

La leche no es una sustancia contaminante, por lo que la elevada huella de carbono que genera su desperdicio no se deriva de su composición, sino de los recursos naturales que se han utilizado en las explotaciones ganaderas para producirla y luego tirarla. Según ha informado el diario ABC, la investigación realizada por la Universidad de Edimburgo ha revelado que la cantidad de leche desperdiciada asciende a las 360.000 toneladas anuales.

La utilización de recursos naturales para producir alimentos que después no son consumidos tiene un grave impacto medioambiental. Reducir la cantidad de comida que se compra para evitar malgastarla es, según los investigadores escoceses, un gesto que podría disminuir de manera significativa las emisiones a la atmósfera. Aunque buscar nuevas formas de producción más eficientes para la industria alimentaria también contribuiría a la reducción del impacto medioambiental de la misma, no desperdiciar alimentos es una solución que podría aplicarse a efectos inmediatos.

Producción cárnica, elemento contaminante.

La producción de carne y otros productos de origen animal como los huevos o la leche envían a la atmósfera mayor cantidad de gases de efecto invernadero que los vegetales, ya que se cultivan grandes cantidades de cereales para alimentar al ganado. Según informa ABC, si la cantidad de pollo que se consume en los países desarrollados se redujera a la mitad, los efectos para el medio ambiente serían los mismos que retirar 10 millones de automóviles de las carreteras.

El responsable del estudio, David Reay, de la Escuela de Geociencias de la Universidad de Edimburgo, ha declarado que “comer menos carne y desperdiciar menos alimentos puede jugar un papel importante en ayudar a evitar el crecimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero a medida que aumenta la población mundial”. Las cifras de su investigación son claras: si el consumo de pollo cayera de los 26 kg anuales a la media japonesa de 12 kg, las emisiones mundiales de los gases producidos por las granjas avícolas caerían, reduciendo la producción mundial de óxido nitroso en un 20%.

Sin embargo, no se prevé una reducción de la demanda de carne ni de alimentos en general. Al contrario, se espera que el consumo de carne y alimentos crezca paralelamente a la población mundial.
Fuente: CompromisoRSE.com (15/05/2012)

viernes, 27 de abril de 2012

Un reactor convierte los plásticos industriales en hidrógeno y nanotubos


Investigadores de la Universidad de Córdoba han ideado un procedimiento para convertir plásticos industriales en hidrógeno y nanotubos de carbono. El uso de un reactor donde se mezcla plasma y CO2 está detrás del proceso.

Investigadores de la Universidad de Córdoba han diseñado un proceso que convierte los plásticos industriales en hidrógeno y nanotubos de carbono mediante el desarrollo de un reactor propio y una transformación mixta que combina el plasma (estado de la materia que se consigue cuando las moléculas pasan por un campo electromagnético intenso) y el CO2 como reactivo.

Según explica el responsable del proyecto, César Jiménez, el carbono se encuentra en la naturaleza en dos formas, una energética y otra inerte. En esta última forma, se conoce como CO2 y causa perjuicios medioambientales, ya que junto a otros gases es el responsable del efecto invernadero. Para aportarle una utilidad, los expertos lo incorporan a su experimento como reactivo, mezclándolo con residuos plásticos con el objetivo obtener nanotubos.

La novedad de esta transformación reside en la técnica empleada que combina plasma y catálisis. El primero es un estado de la materia que se consigue cuando las moléculas pasan por un campo electromagnético intenso. Los investigadores cordobeses manejan esta propiedad para obtener sustancias químicas. “Sobre el plasma introducimos CO2 y lo convertimos en moléculas reactivas, lo activamos”, precisa Jiménez.

A continuación se produce la denominada catálisis, la aplicación del CO2 a los fragmentos de plástico en el reactor. “La materia plástica y el gas activo permiten obtener tres resultados: sustancias químicas, nanotubos y combustibles”, detalla el experto.

Además de implementar el proceso, los expertos han diseñado el reactor donde se producen las transformaciones. Se trata de una pieza tubular de cuarzo que se alimenta por un extremo con el plástico fundido y un gas, en este caso el CO2. El material resultante pasa por el campo electromagnético para generar un plasma. A éste se le aplica un catalizador, es decir, un dispositivo para impulsar la reacción química, de la que se obtienen nuevas sustancias y productos.

En concreto, los investigadores han obtenido nanotubos de carbono de medidas nanométricas, que se caracterizan por ser compactos o tubulares. “Tras su paso por el reactor en el plasma se producen tres tipos de carbón. El primer tipo, de coque, es un polvo marrón; el segundo es de color verdoso y se encuentra depositado sobre el anterior; el tercero es filamentoso, a modo de nanofibras de carbón irregulares estructuralmente y en tamaños. Al aumentar la temperatura del plasma se produce más cantidad del filamentoso”, precisa el investigador.

Los expertos operan sobre el reactor para crear unas condiciones favorables e ir construyendo el nanotubo. “Unos materiales que, debido a su interior hueco, pueden alojar sustancias como el hidrógeno y servir para el almacenamiento de gases. Asimismo, como poseen materiales conductivos de energía eléctrica y térmica, pueden aplicarse al campo de la electrónica. En el campo de la química, se pueden utilizar para anclar moléculas y conseguir nuevas estructuras y aplicaciones”, especifica Jiménez.

Ventajas medioambientales

A la obtención de resultados científicos novedosos como el reactor y la incorporación del proceso de plasmacatálisis, se suman ventajas medioambientales como la eliminación de residuos plásticos y CO2. De esta forma, además de obtener nuevos productos, la investigación conlleva un beneficio medioambiental, por la reutilización de este gas con efectos nocivos.

En el ámbito químico, los experimentos suponen fuentes de materias primas, es decir, dan lugar a elementos para utilizar en otras reacciones. En cuanto a los beneficios energéticos, se trata de un proceso generador de hidrógeno a partir de residuos, lo cual señala su importancia. Asimismo se obtienen nuevos materiales, en forma de nanotubos.

Dos empresas colaboran en el proyecto de excelencia motriz titulado Valorización de residuos plásticos industriales y urbanos con CO2 y plasmacatálisis para la obtención de hidrógeno y nanotubos de carbono. Por una parte, la cordobesa Plastienvase, aporta una serie de técnicas de caracterización de los materiales plásticos. Asimismo, la firma High Frecuency Design Andalucíadedicada al diseño de dispositivos de plasma de diversas características, asesora y colabora con el equipo de investigación en la tecnología de plasma.
Fuente: AgenciaSinc.es (26/04/2012)

martes, 20 de marzo de 2012

¿Es posible cubrir la demanda de movilidad y proteger el medio ambiente al mismo tiempo?


¿Es posible cubrir la demanda de movilidad y proteger el medio ambiente al mismo tiempo? Se trata de una pregunta importante y que pesa sobremanera en la conciencia de los europeos. En un intento por ayudar a los consumidores al respecto, la Unión Europea ha concedido su apoyo a un proyecto fundamental dedicado a investigar el acuciante y creciente problema que plantean los aspectos ecológicos de la movilidad en un momento en el que el transporte personal constituye uno de los principales culpables de las emisiones de dióxido de carbono (CO2). El proyecto ECONAV («Navegación con conciencia ecológica: consejero de viaje usable y persuasivo para reducir el consumo de CO2») cuenta con una financiación de más de 2,3 millones de euros concedidos en virtud del tema «Tecnologías de la información y las comunicaciones» (TIC) del Séptimo Programa Marco (7PM) de la UE.

Los investigadores de esta iniciativa, dirigidos por el «Centro de investigación e ingeniería de la usabilidad» (CURE, Austria), están desarrollando una nueva aplicación para el teléfono móvil que informará al usuario acerca de distintas situaciones, por ejemplo, si su técnica de conducción es deficiente o si es peor conductor que la media. Al final de cada semana, el usuario recibirá una ficha informativa que indicará los aspectos en los que falló. Esta aplicación se está diseñando para que anime al usuario a decantarse por opciones de desplazamiento ecológicas.

El consorcio ECONAV se compone de investigadores y empresarios de Austria, República checa, Grecia, Irlanda, Países Bajos y Suiza. Todos ellos colaborarán para sacar a la venta esta aplicación.

El profesor Brian Caulfield, del Trinity College de Dublín (Irlanda), asociado a ECONAV, explicó que esta aplicación ofrecerá indicaciones como cualquier sistema de navegación por satélite, pero que también ayudará al usuario a escoger la opción más respetuosa con el medio ambiente. La información estará integrada en el sistema e incluirá distintos tipos de datos, como por ejemplo las opciones de transporte que existan en un núcleo urbano. Además, el sistema podrá informar al usuario de alternativas al coche propio, animándole así a dejarlo aparcado en casa.

«Mostrará las opciones de medios de transporte más ecológicas y rentables, por orden de preferencia», añadió el profesor Caulfield. El usuario no tiene ni siquiera que introducir sus preferencias en el sistema, puesto que la aplicación se conecta con satélites de geoposicionamiento.

Así pues, si toma una decisión inadecuada, como desplazarse en coche en lugar de hacerlo en tren o autobús, la aplicación «le regañará» y le indicará cuánto dinero ha malgastado en combustible. También le criticará por agravar su huella de carbono.

Desde el equipo de ECONAV informan que la aplicación se conectará con canales de medios sociales y comparará el rendimiento de distintos usuarios. Tienen previsto probar el sistema como máximo en diciembre de este año, empezando en la capital de Austria, Viena. También se han previsto otros ensayos en Dublín.

Para llevar a buen puerto este proyecto, el consorcio de ECONAV cuenta con especialistas en sistemas de navegación, ciencias del transporte, modelos medioambientales, inteligencia artificial, tecnología persuasiva, interacción entre humanos y ordenadores y desarrollo de software.
Fuente: Cordis.Europa.eu (16/03/2012)

viernes, 2 de marzo de 2012

La AEMA revela que la contaminación atmosférica industrial le costó a Europa hasta 169.000 M€ en 2009


La contaminación atmosférica procedente de los 10.000 complejos contaminantes más grandes de Europa les costó a los ciudadanos entre 102.000 y 169.000 millones de € en 2009. Esta es una de las conclusiones contenidas en un nuevo informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), que analizó los costes de los perjuicios para la salud y el medio ambiente ocasionados por la contaminación atmosférica. La mitad del coste total de los daños medioambientales, entre 51.000 y 85.000 M€, fue provocado por 191 complejos industriales.

El informe «Revealing the costs of air pollution from industrial facilities in Europe» (Los costes de la contaminación atmosférica procedente de las plantas industriales en Europa al descubierto) ofrece una lista de las plantas industriales en que provocan el mayor perjuicio.

Entre las plantas industriales incluidas en el análisis se encuentran las grandes centrales eléctricas, las refinerías, las industrias que emplean combustión en sus procesos de fabricación, los residuos y determinadas actividades agrícolas. Las emisiones de las centrales eléctricas representan la mayor parte de los costes medioambientales (estimados entre 66.000 y 112.000 M€). Otras contribuciones significativas a los costes totales procedían de los procesos de producción (entre 23.000 y 28.000 M€) y la combustión en los procesos de fabricación (entre 8.000 y 21.000 M€).

Algunos sectores están excluidos del análisis de la AEMA: el transporte, los hogares y la mayoría de actividades agrícolas. Si se incluyeran estos sectores, el coste de la contaminación sería incluso superior.

Conclusiones principales

  • La contaminación atmosférica producida por las plantas industriales incluidos en el análisis de la AEMA le costó a cada ciudadano europeo entre 200 y 330 de euros de promedio en 2009.


  • Los países como Alemania, Polonia, Reino Unido, Francia e Italia, donde están ubicados gran parte de las plantas de gran tamaño, son los que más contribuyen a los costes totales causados por daños al medio ambiente. No obstante, al ponderar dichos costes con vistas a reflejar la productividad de las economías nacionales, el orden de los países varía considerablemente. Así, las emisiones procedentes de países como Bulgaria, Rumanía, Estonia, Polonia y la República Checa son relativamente más importantes si se consideran  los costes por los daños medioambientales.


  • Un número limitado de plantas están ocasionando la mayoría de los costes medioambientales. Las tres cuartas partes de los costes totales fueron ocasionados por las emisiones de tan sólo 622 complejos industriales, lo que representa un 6% de la cifra total de plantas. Los complejos con emisiones asociadas a un coste elevado de daños son, en la mayoría de casos, algunos de los complejos de mayor tamaño de Europa, que liberan la mayor cantidad de sustancias contaminantes.


  • Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) contribuyen en mayor medida a los costes totales por daños medioambientales, en torno a 63.000 millones de euros en 2009. Se ha constatado que los contaminantes atmosféricos -dióxido de azufre (SO2), amoniaco (NH3), partículas (PM10) y óxidos de nitrógeno (NOx) -, que contribuyen a la lluvia ácida y pueden provocar problemas respiratorios, son responsables de daños valorados entre 38.000 y 105.000 millones de euros al año.

Fuente: Infoenviro.es (01/03/2012)

jueves, 16 de febrero de 2012

La vegetación de las áreas urbanas almacena carbono y ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero


La vegetación de las áreas urbanas contribuye de forma importante al almacenamiento de carbono y a la reducción de emisiones, según un estudio llevado a cabo por el Instituto de Conservación y Ecología de Durrell (DICE) de la Universidad de Kent (Gran Bretaña). El estudio demuestra que la vegetación de las áreas urbanas puede contribuir de forma importante a la absorción de carbono, y que esta podría ser mayor con la plantación y mantenimiento de árboles, ya que en ellos se encuentra la mayoría del carbono acumulado.

Este estudio, publicado por la revista especializada Journal Applied Ecology, es el primero en medir la cantidad de carbono que puede acumular un área urbana en Europa.

Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades y las áreas urbanas continúan expandiéndose a un ritmo superior a cualquier otro tipo de cambio de uso del terreno; aproximadamente el 4% de la superficie mundial está catalogada como urbanizada.

Los investigadores, mediante el uso de datos extraídos por satélite e información recabada in situ en los parques y jardines locales, estudiaron la vegetación de la ciudad de Leicester, incluyendo jardines particulares, parques públicos, campos de golf, terreno industrial abandonado, márgenes de carreteras y orillas de ríos.

El estudio encontró más de 230.000 toneladas de carbono absorbidas en la vegetación, una cantidad muy superior a las estimadas.

Según la autora del estudio, “los árboles, en especial los grandes, deberían ser protegidos y conservados. La mayoría de los terrenos públicos en todo Leicester son campos de hierba. Solamente con plantar árboles en el 10% de los terrenos lograríamos aumentar el almacén de carbono de la ciudad en un 12%”.

Los datos aportados por el estudio suponen un paso importante hacia el cumplimiento de los objetivos nacionales de reducción de emisiones, que en el caso de Gran Bretaña se sitúan en un 80% para el año 2050 respecto a los niveles de 1990.

Los resultados del estudio demuestran los beneficios potenciales de contar con almacenes de vegetación, localizarlos y gestionarlos correctamente.
Fuente: Ihobe.net (10/02/2012)

lunes, 13 de febrero de 2012

Con la crisis, ¿se mantienen los compromisos de reducción de la huella de carbono?


The Guardian on line dedica una sección al ‘negocio sostenible’, en la que, la semana pasada, se publicó una encuesta realizada por el periódico, con la colaboración de Carbon Trust, sobre los esfuerzos de reducción de CO2 por sector de actividad en el Reino Unido. En una presentación gráfica muy didáctica se comparan los resultados obtenidos tanto en el área pública, como en la esfera privada y el tercer sector.

Una de las principales conclusiones del estudio dice que el mayor compromiso con la reducción de emisiones se da en el sector público, un sector en el que la mitigación de emisiones de CO2 se ha mantenido entre los objetivos organizacionales en un 78 por ciento, a pesar de la crisis financiera.

Entre las cuestiones que se analizan, figuran asuntos como la influencia que las organizaciones ejercen en sus proveedores, beneficiarios de ayudas y clientes a la hora de establecer requisitos ambientales y de reducción de la huella de carbono, así como la comunicación clara de objetivos, interna y externamente.
Fuente: Fundación-Biodiversidad.es (08/02/2012)

viernes, 10 de febrero de 2012

CURSO DE VERANO 2012: RESIDUOS Y CAMBIO CLIMATICO

Los Residuos y el Cambio Climático: contribución de la gestión de los residuos urbanos a la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero.


Se acaba de aprobar la celebración de este curso en el marco de los Cursos de Verano de la Universidad Politécnica de Madrid, 2012, que se celebran en La Granja (Segovia). El curso va a estar patrocinado una vez más por Ecoembes y aborda una temática esencial para las entidades locales en el ámbito de la gestión de los residuos urbanos.



El curso va dirigido principalmente a las administraciones públicas, central, autonómica y local, así como a entidades e instituciones que intervienen en la gestión de los residuos urbanos. El objetivo se centrará en el análisis de la contribución que puede tener la gestión integral de los residuos urbanos a la consecución de los objetivos de reducción de emisiones de CO2 en la lucha contra el cambio climático. La recientemente aprobada Ley 22/2011, de Residuos y Suelos Contaminados incluye varias referencias a este tema y, en concreto, una disposición específica que habla sobre la compensación de emisiones de gases de efecto invernadero en el sector de residuos (plazo de un año para elaborar un proyecto de ley de sistemas de compensación).

La temática esencial del curso desarrollará los siguientes temas:

Consideración del tema en la normativa vigente.
Derechos de emisión y enfoque general
El papel de la Administración local
Las medidas compensatorias de emisión de CO2 en el margo de la gestión sostenible de municipios
La contribución de los residuos: iniciativas en marcha 
Herramientas para el cálculo y análisis: Análisis del Ciclo de Vida (ACV)
Mesa de debate

Se tiene prevista la participación de ponentes del ámbito de local, autonómico y estatal expertos en cambio climático, fundaciones, Cátedra UNESCO de Análisis de Ciclo de Vida, ISR y otros profesionales referentes del sector.

Para más información sobre el curso de verano. se pueden poner en contacto con las secretaría del mismo:

Ana María Echavarria
Tfno. 913367101 (de 9 a 14 h)
mail: anamaria.echavarria@upm.es


martes, 17 de enero de 2012

Un número limitado de medidas de calidad del aire pueden mitigar sustancialmente el calentamiento global


Según un estudio publicado por la revista Science y co-escrito por el Centro Común de Investigación (CCI), un número limitado de medidas de calidad del aire pueden mitigar sustancialmente el calentamiento global y además, conseguir beneficios significativos para la salud humana y la agricultura. Concretamente, los científicos identificaron 14 medidas de control de emisiones que, según el estudio, pueden ayudar a limitar el calentamiento global y mejorar la salud y la seguridad alimentaria en las próximas décadas.


El documento titulado "Mitigar a corto plazo el cambio climático al mismo tiempo que mejorar la salud humana y la seguridad alimentaria", publicado por la revista Science y co-escrito de forma conjunta por doce socios de todo el mundo, incluidos el PNUMA, la NASA y el Instituto Ambiental de Estocolmo así como por científicos del CCI, muestra que sólo una pequeña fracción de las medidas de la calidad del aire proporcionan una mitigación del calentamiento substancial, pero que si estas se aplican inmediatamente, junto con medidas para reducir el dióxido de carbono se podría mantener el calentamiento global por debajo de 2ºC respecto a los niveles preindustriales. Dos proyectos con financiación europea ya investigan formas de medir las emisiones de gases de efecto invernadero más eficientes.

Además, los resultados muestran que estas estrategias podrían ayudar a prevenir hasta cinco millones de muertes prematuras anuales así como la contaminación del aire y aumentar el rendimiento de los cultivos anuales entre 30 y 135 millones de toneladas. Los beneficios de las reducciones de metano se estimaron entre 700 y 5.000 dólares americanos por tonelada. La evaluación desarrolló escenarios de emisiones futuras en los que estas 14 medidas se aplican desde el 2010 hasta el año 2030.

El documento publicado en Science se basa en la Evaluación Integrada de Carbono Negro y el Ozono Troposférico del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) (2011) y extiende dicha evaluación, proporcionando modelos climáticos más detallados (en particular la identificación de impactos de la precipitación detallada), extendiendo el análisis del impacto de nivel nacional con información espacial más detallada además de un análisis coste-beneficio también más en detalle.
Fuente: Euroalert.net (16/01/2012)

miércoles, 4 de enero de 2012

Proyectos con financiación europea investigan formas de medir las emisiones de gases de efecto invernadero


Dos nuevos proyectos europeos, AMITRAN («Metodologías de evaluación para las TIC en el transporte multimodal, desde el comportamiento del usuario hasta la reducción del CO2») e INGOS («Sistema integrado para la observación de gases de efecto invernadero distintos al CO2») se encargan de investigar nuevas formas de medir los gases de efecto invernadero.

Tanto el proyecto AMITRAN («Metodologías de evaluación para las TIC en el transporte multimodal, desde el comportamiento del usuario hasta la reducción del CO2») e INGOS («Sistema integrado para la observación de gases de efecto invernadero distintos al CO2»), ambos financiados por el Séptimo Programa Marco, tienen como principal objetivo encontrar maneras eficientes de medir las emisiones de gases de efecto invernadero. Los dos proyectos cuentan con la participación de instituciones españolas.

Para cumplir con los objetivos climáticos marcados por la UE es esencial realizar medidas exactas de los gases de efecto invernadero, por lo que la puesta en marcha de estos dos nuevos proyectos se convierte en fundamental. Concretamente, la Comisión Europea tiene como objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector de los transportes en un 60% en el periodo que va de 1990 a 2050. Las emisiones actuales de dicho sector se sitúan aún un 27% por encima de los niveles de 1990.

Asimismo, INGOS se ha puesto en marcha como iniciativa financiada con fondos europeos dedicada a realizar mediciones precisas de gases de efecto invernadero como el metano y el óxido nitroso, ya que, además del CO2, existen otros gases dañinos de efecto invernadero que también requieren soluciones con carácter urgente.
Fuente: Euroalert.net (04/01/2012)

martes, 3 de enero de 2012

Envases de papel y cartón y su relación con el Ecodiseño

Está bien diseñado y es funcional. Tiene en consideración el medioambiente. Considera las cualidades táctiles. Comunica. Y es interesante. Muy pocos envases logran alcanzar estas demandas en un 100%. Existe una razón por la cual la comunicación es tan importante. En un supermercado moderno, los envases reemplazan a las personas. No habrá nadie que le presente los productos, nadie que le ayude a escoger lo que es apropiado para usted, nadie que le explique los beneficios de un producto en específico y que le oriente sobre cual debe comprar. El envase debe hacer todo esto. Existen reglas, directrices y consejos muy simples para tener éxito con el diseño de envases, los cuales se resumen de la siguiente manera: (1) debe ser visto, (2) una apariencia atractiva, (3) simplicidad, (4) relación calidad-precio; (5) único. El diseño de los envases puede destacar y aumentar considerablemente las ventas de los productos si se toman en cuenta estos cinco consejos. Un fanático de los envases de cartón Lars Wallentin, que fue durante casi 40 años responsable del desarrollo de diseños creativos para las marcas estratégicas de Nestlé, opina que los consumidores del mundo occidental cada día tienen una idea más formada sobre los materiales. “En cuanto al papel y cartón, entienden que los envases son fáciles de reciclar, son biodegradables, son ligeros, provienen de fuentes renovables, por ejemplo, de los bosques y son fáciles de incinerar. Cada tonelada de papel o cartón que entra en la cadena de suministro es bioenergía pura capaz de reemplazar los aceites fósiles. Pero la mayoría de los consumidores aún ignoran que por cada árbol talado la industria debe plantar dos o tres; que los arboles atrapan mas CO2 del que expelen, pues estos absorben CO2 al crecer y se emite de forma parcial a la superficie a través de las raíces y los tallos; los arboles jóvenes absorben más CO2 que los viejos, de ahí que no hay daño al talar el árbol viejo; el papel y cartón que utilizamos proviene de los arboles del hemisferio norte y no de Borneo o del Amazonas; dentro de unos cuantos años, muchas fabricas de papel dejarán de utilizar combustible fósil en vista de que la energía que necesitan proviene de ciertas partes del árbol que no entran en la producción de papel y cartón; y en un principio, la fibra de madera, puede re-utilizarse 4-5 veces antes de convertirse nuevamente en papel y cartón. La razón por la cual soy tan positivo acerca del cartón es porque muy a menudo se combina bien con otros materiales. Aunque el acero y el aluminio, así como el vidrio son naturales en el sentido de que la materia prima puede volver a su estado original, el cartón y el papel son considerados aún más naturales”. ProCartón (21.12.11)

jueves, 22 de diciembre de 2011

El mercado del CO2 lucha por salvarse


Fue un invento de Europa para abrir la batalla contra el cambio climático. El mercado de derechos de emisión de la Unión Europea que nació en 2003 también está sufriendo la crisis económica y financiera. El precio de la tonelada de dióxido de carbono ha caído en el último año de 20 euros a 6 euros por la reducción de la producción de las industrias más contaminantes y el bajón de la demanda de energía.

La clave de este mercado es, precisamente, que el precio de la tonelada se mantenga entre 20 y 50 euros, tal y como tenía previsto Bruselas cuando lo creó para empujar a la reducción de emisiones contaminantes de las actividades que entonces eran más sucias, como la industria del cemento, la siderurgia o las acerías.

Ahora, de seguir bajando, podría suceder que las empresas ya no necesiten comprar derechos de emisión en el sistema de subastas que arrancará el 1 de enero de 2013 para una parte de las toneladas de CO2. Bruselas encontró en la subasta la salida para que las compañías no vendieran todos sus derechos cuando el mercado empezó a bajar.

En 2007 el precio se desplomó hasta valer apenas dos céntimos de euro. Las empresas habían adquirido esos derechos de forma gratuita. El excedente hundió el precio y prácticamente se regalaban.

Los expertos temen que la caída de 20 euros a 6 euros de este año pueda acentuarse, en un momento en el que se tambalea la decisión de la Unión Europea de aumentar su objetivo de reducción de emisiones del 20% al 30%, como ha venido defendiendo en las distintas cumbres del clima, por la oposición de algunos Estados miembros, como los países del Este e Italia. La falta de consenso interno se ha extendido al resto de socios en las negociaciones internacionales del clima. La UE no ha podido arrastrar en sus grandilocuentes objetivos ni a Estados Unidos ni a China, los dos países del mundo que más contaminan.

La volatilidad de este mercado tampoco le favorece. Solo en la jornada del martes, el precio se deslizó al alza hasta un 30% -desde los 7,48 euros por derecho hasta los 9,75 euros en apenas unas horas-, por el rumor de que en una reunión técnica de la Comisión Europea se planteó retirar del mercado hasta 1.400 millones de toneladas para estimular la cotización. "Cuando parecía que la propuesta de retirar derechos no iba a ser aprobada, el precio volvió a bajar", explican desde un intermediario especializado en el mercado de emisiones. El coste de la tonelada ahora se ha estabilizado en 8,5 euros.

El CO2 se encuentra atrapado entre dos tesis, por un lado, la de aquellos que defienden que este mercado no tendrá sentido una vez que se haya alcanzado el objetivo político de reducción de las emisiones, en un 20% o en un 30%. Otros, sin embargo, consideran que no bastará con que se reduzca la huella de carbono, sino que se debería crear un mercado dinámico y favorecer proyectos de reducción de emisiones contaminantes más a largo plazo.

Mientras el mercado europeo se despierta, otras regiones están emulando el mismo sistema, como Nueva Zelanda o California, pero a estas imitaciones les falta un impulso político fuerte, como el Protocolo de Kioto, que también contempla un mercado de emisiones a nivel de Estados y que funciona en paralelo al comunitario.

Kioto fue de hecho el primer mercado que se creó, pero no es tan transparente con los precios como el europeo. Ahora, que Canadá haya reconocido durante la Cumbre del Clima que se celebró a mediados de mes en Durban que no cumplirá Kioto, deja las señales políticas aún más en entredicho.

La caída del precio de la tonelada de CO2 ya está teniendo efectos reales más allá del mercado, como que las compañías eléctricas estén poniendo en duda la construcción de centrales de almacenamiento y captura de CO2, que prometía ser el proyecto energético limpio estrella de la Comisión Europea, instigadora de esta medida. Parte de la financiación de esas plantas pensaba sufragarse con la subasta de derechos de emisión, pero la caída del precio de la tonelada de dióxido de carbono está dejando en entredicho esta alternativa y varias compañías ya han congelado por el momento la construcción de sus plantas.

Europa podría perder jugosos ingresos si el precio de la tonelada sigue bajando. Se estima que los volúmenes de emisiones a subastar en Europa rondarían los 1.000 millones de toneladas anuales, lo que significa que España recibiría ingresos por valor de 84 millones de toneladas. Con el precio de la tonelada a 10 euros, España ingresaría en sus arcas 84 millones de euros, una cifra que se elevaría hasta 1.680 millones de euros si la tonelada subiera a los 20 euros con los que arrancó este año y el mínimo que Bruselas calculó para que las compañías se animaran a jugar. En 2012, el mercado europeo de carbono supuso casi 120.000 millones de dólares, según cifras del Banco Mundial.

Gigantes empresariales como Shell, Acciona, Alstom o Philips han pedido por carta al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, que retire derechos del mercado porque con precios tan bajos, el mercado no favorece la reducción de emisiones de CO2.

Se están barajando otras opciones aparte de la intervención de Bruselas en el precio de la tonelada de CO2 para que este mercado se reactive, como introducir otros sectores en el comercio de emisiones, siguiendo la inclusión las aerolíneas, que tendrán que pagar por sus emisiones a partir del 1 de enero de 2012. La Unión Europea también podría convertirse en actor del sistema, y entrar a comprar derechos de emisión, como ya se hace a nivel estatal por Kioto.
Fuente: CincoDías.com (22/12/2011)