jueves, 20 de octubre de 2016

¿Sabes en qué consiste la alimentación sostenible?

Promocionar y apostar por una alimentación más sostenible y respetuosa con el medioambiente que dé prioridad al consumo de productos vegetales frente a los de origen animal y basada en mercados locales, son las claves en las que se basa una alimentación sostenible.

Se calcula que entre un 35% y un 40% del CO2 que afecta al cambio climático y la contaminación procede de la producción y el consumo de alimentos, de ahí que sea crucial transmitir a la sociedad sobre la importancia de una dieta sostenible.

La alimentación sostenible, además de ser respetuosa con el medioambiente, promueve la solidaridad con los agricultores, ganaderos, pescadores y productores de alimentos del entorno geográfico más cercano.

Se trata por tanto de concienciar de que la alimentación constituye un pilar fundamental en el cuidado ecológico, y un uso sostenible de la misma aportará grandes cambios frente a próximas generaciones. Para ello os dejamos una serie de consejos para poner en práctica:
  1. Basa tu alimentación en productos de origen vegetal. La producción de alimentos de origen animal tiene un gran impacto medioambiental, concretamente es responsable del 51% de las emisiones de los gases de efecto invernadero.
  2. Planifica la cesta de la compra y no adquieras alimentos en exceso que luego no puedas consumir. 
  3.  Compra producto de temporada y locales. Al ser de temporada su precio será más económico y justo. Por otro lado, al comprar a proveedores locales estarás contribuyendo positivamente en tu entorno social, favoreciendo el desarrollo económico de tu comunidad.
  4.  Procura hacer la compra en las tiendas de tu barrio, a pie. De nuevo, contribuyes así al desarrollo económico y social de tu entorno, a la vez que reduces el impacto ambiental al no utilizar vehículos.
  5.  Evita los envases superfluos, compra a granel y escoge preferentemente aquellos productos que hacen un uso responsable del embalaje.
  6.  Si compras productos envasados, procura que provengan de empresas con prácticas sostenibles.
  7.  Disminuye la producción de desperdicios y aprovecha todo lo aprovechable.
  8.  Congela los alimentos perecederos que no vas a utilizar para que no se pongan malos y tengas que tirarlos.
  9.  Haz un uso responsable del agua. Destina la cantidad precisa para limpiar los vegetales, utiliza el agua en su justa medida para cocinar o reutilizar los caldos para hacer otros platos.
  10. Recicla el aceite doméstico usado en frituras y asados, el de alimentos enlatados... Con esta sencilla acción se evita el alto poder contaminante de este residuo, y sirve para elaborar productos ecológicos como biodiesel o jabones.

Y, por supuesto, no olvides reciclar la basura que produces. Separa los materiales: orgánicos, papel y cartón, vidrio, y restos de envases (plásticos, latas, bricks). Con estos consejos conseguiremos poner nuestro granito de arena para cuidar el medio ambiente porque los pequeños gestos suman y el futuro del planeta está en nuestras manos.

Fuentes: canarias7.es, dietistasnutricionistas.es, revista.consumer.es