jueves, 15 de septiembre de 2016

The Ocean Cleanup: océanos transparentes

Desde 1988 se conoce la existencia de la isla de plástico en el océano Pacífico norte, formada por toneladas de residuos que han sido arrastrados por las corrientes y ocupan una extensión mínima estimada del tamaño de la península ibérica. Debido a la degradación, el plástico se desintegra en partículas pequeñas de baja densidad dispersas en la superficie del agua, lo que dificulta enormemente su localización exacta o el seguimiento por satélite.

Debido al riesgo que supone para la flora y la fauna marina, deteriorando su ecosistema y causando la muerte de animales por ingestión de plásticos con el consiguiente peligro para la cadena trófica, en los últimos años se han llevado a cabo varios proyectos para intentar limpiar el océano.

Cuando todavía tenía dieciséis años, el holandés Boyan Slat se preguntó “¿por qué moverte por el océano si el océano puede moverse hacia ti?”. Cansado de ver la cantidad de plásticos que había en el mar, pensó que recoger los residuos con medios convencionales como los barcos era poco eficiente, caro, además de tener el grave inconveniente de atrapar animales con las redes.  Sin embargo, unas barreras flotantes que acumularan los residuos para dirigirlos hacia una plataforma que los extrajera podía ser mucho más eficaz, tanto que podría limpiarse en 10 años la mitad del plástico de este séptimo continente en el que se ha convertido la isla de plástico del océano Pacífico norte.

Gracias al impacto de su conferencia TEDx en 2012 y la repercusión de los primeros artículos que se publicaron sobre él, consiguió convencer a suficientes inversores para que apostaran por su idea y así, un año después, con tan sólo diecinueve años fundó The Ocean Cleanup, organización que preside actualmente.

Con un equipo de cien personas y tras un año de estudios, comprobaron que su proyecto es posible, tal y como han demostrado en el estudio de viabilidad “How the oceans can clean themselves” publicado en 2014, en el que participaron 70 autores junto con Boyan Slat.

El año siguiente estuvo dedicado a diferentes investigaciones, expediciones, ensayos a escala y actualmente está en marcha el prototipo en el mar del norte a 23 kilómetros de la costa de Holanda, para probar cómo responde la barrera en condiciones extremas. Con la información obtenida los ingenieros podrán desarrollar un sistema para que sea suficientemente resistente y funcional en el Pacífico norte, donde está previsto llevar a cabo el proyecto piloto en 2017 con el objetivo de implantar el proyecto final en 2020 y limpiar por fin la gran isla de plástico.

Si los resultados siguen siendo positivos, se podría ampliar este proyecto a otras islas de plástico en los demás océanos del planeta con la esperanza de combatir este problema hasta que dejemos de lanzar residuos al mar.

 Ángela García
Cátedra Ecoembes de Medio Ambiente UPM