jueves, 9 de junio de 2016

Optimización de la recogida de residuos con el uso de sensores volumétricos

La idea de implantar el concepto de Smart City en nuestra ciudad puede presentarse como una opción llena de ventajas. Entre ellas, cabe destacar  el ahorro de recursos mediante la optimización de los servicios.

El sector de los residuos, como en el caso de cualquier actividad basada en el transporte, siempre tiene la posibilidad de ser aún más eficiente, principalmente debido a la optimización de sus rutas. Es decir, lo que más caro nos puede salir es transportar aire.

Para ello, las nuevas tecnologías nos pueden ayudar a disminuir los costes, tanto económicos como medioambientales. Un claro ejemplo es la instalación de sensores volumétricos en nuestro parque de contenedores.


Gracias a estos dispositivos podemos optimizar las recogidas, sabiendo de antemano cual es el llenado de nuestros contenedores. Pero también es necesario saber cuál es nuestro objetivo y de que recursos disponemos a la hora de su instalación.


Podemos optar por instalar sensores volumétricos en todo el parque de contenedores. Esta estrategia estaría basada en recoger únicamente los contenedores que sobrepasen un porcentaje de llenado y no pasar por los que puedan aguantar unos días más.

Figura 1 - Recogida convencional sin volumétricos

Como se puede observar en la figura 1, una recogida convencional pasa por todos los contenedores sin tener en cuenta su llenado, ya que lo desconoce, y recoge contenedores que presentan llenados muy bajos con el gasto de combustible y tiempo que ello conlleva.


Figura 2 - Recogida con volumétricos

Con la instalación de los volumétricos en nuestro parque de contenedores y una correcta planificación de rutas, se podrían crear rutas dinámicas que se ajusten al llenado que presentan los contenedores. Esto nos ayudaría a optimizar las rutas ya que podríamos reducir su número, haciendo más eficiente el servicio.

Pero hay que tener en cuenta que los sensores volumétricos tienen un elevado coste, lo que nos puede hacer pensar que su instalación en todo el parque de contenedores nos puede salir muy costoso. Para salvar esta situación, podríamos colocar los sensores solo en los contenedores que nosotros consideremos clave dentro de un grupo que se encuentren en una zona o ruta. Una vez que este se encuentre lleno, puede ser un indicativo de que esa ruta es necesaria realizarla.

Este tipo de estrategia puede ahorrarnos mucho dinero en sensores volumétricos, pero debido a que el llenado de los contenedores está sujeto a muchas variables (estacionalidad, zonas en construcción, apertura de nuevos comercios, etc.) es muy probable que sea necesario reestructurar nuestra red de sensores constantemente.

Por último, otro uso de los sensores volumétricos sería colocarlo en contenedores que se encuentren aislados y que para recoger un único contenedor tengamos que recorrer muchos kilómetros. La instalación de un sensor volumétrico en este tipo de contenedores puede ayudarnos a planificar su recogida cuando esté lleno. Está opción es muy interesante en casos que haya núcleos pequeños dispersos y que su orografía sea accidentada.

La elección de cualquiera de estas estrategias depende de las particularidades de nuestro servicio de recogida y, por supuesto, se puede optar por hacer confluir las tres en un único modelo. 


Antonio Rodríguez Frontelo
Técnico de Residuos
Cátedra Ecoembes de Medio Ambiente